Vicens + Ramos

Iglesia Parroquial La Rosaleda . Ponferrada


Vicens + Ramos . photos: © Pablo Vicens Hualde . + ANP

Premisa fundamental del proyecto ha sido el cumplimiento fidelísimo de todos los requerimientos funcionales y simbólicos que exigen las nuevas disposiciones emanadas de la reforma litúrgica. El templo se presenta como protagonista del conjunto. Se ubica en el lugar de máxima visibilidad y mejor acceso, el frente ajardinado al paseo de la Rosaleda.
























El espacio principal del templo se concibe básicamente como el lugar de encuentro del pueblo de Dios para la celebración gozosa del Sacrificio. Así, la disposición arquitectónica debe enfatizar la dimensión comunitaria y el carácter festivo del ámbito de encuentro, junto a las referencias simbólicas de una rica tradición.
Para cumplir estos supuestos, la forma central del templo, especialmente adecuada a los supuestos litúrgicos contemporáneos, se combina con la disposición en cruz tradicional, respetando siempre la posición centrada del presbiterio. Esta solución se revela especialmente eficaz en dos aspectos: por un lado, permite que el pueblo rodee el lugar del Sacrificio; por otro, facilita una disposición diferenciada, aunque siempre centrada, del altar, sede y ambón, con perfecta visibilidad desde cualquier punto.
Otro tema importante de estudio ha sido la pretensión de encontrar una disposición arquitectónica que combinara los requerimientos de la capilla del Santísimo, como lugar de reserva eucarística y de adoración particular, con una presencia perfectamente reconocible y protagonista en le templo.
También en este punto la recurrencia a tipos ensayados en la larga y rica tradición arquitectónica cristiana se ha revelado fructífera. La referencia ahora es a los retablos aragoneses del tardo-gótico y renacimiento -como el de la Basílica del Pilar, de Damían Forment, o los de la Seo, catedral de Teruel, catedral de Huesca, San Pablo de Zaragoza, etc- o los retablos-custodia barrocos.

Así, la capilla del Santísimo, que se utiliza también como capilla de diario, se dispone lo suficientemente elevada sobre la cota del presbiterio como para permitir que el Sagrario que alberga sea visible desde todo el templo, presidiendo el conjunto sin interferir en las ceremonias litúrgicas. Bajo esta capilla se dispone la sacristía. El acceso directo se produce desde la calle norte, más elevada que la esquina de la entrada principal del templo.
Siete grandes lucernario esparcen una luz coloreada al interior del templo, cualificando espacialmente ámbitos diferenciados. Los lucernarios son imagen de los siete sacramentos mediante los que la Iglesia ilumina la vida de los fieles y administra la Gracia. A la entrada del templo, sobre le atrio, otro diferente, que combina el campanario con el signo de la Cruz, sirve de llamada y punto de referencia urbano.
Aprovechando la morfología y configuración del terreno, antiguo depósito de carbonilla que exige ser excavado en su totalidad, el centro parroquial y las viviendas sacerdotales se disponen en dos plantas. Una, la de acceso, a la cota de la calle, y la baja al nivel de excavación. Unos jardines a esta cota la convierten en baja a todos los efectos, pues son accesibles desde los locales.
La estructura del centro parroquial es de hormigón armado con forjados cerámicos, mientras que el templo se resuelve con cerchas metálicas. Todo el conjunto se reviste con un aplacado de piezas prefabricadas de hormigón rugoso.

“Ahora veréis el Templo completado;
al cabo de mucho esforzarse, de muchos obstáculos;
pues la obra de creación nunca es sin fatiga;
La piedra formada, el crucifijo visible.
El altar revestido, la luz que eleva.
Luz
Luz
El recordatorio visible de la Luz Invisible.”
T. S. Eliot. Coros de “La Piedra”

Arquitectos:
Ignacio Vicens y Hualde
José Antonio Ramos Abengózar
Arquitectos colaboradores:
Fernando Gil
Tibor Martín
Arquitecto técnico:
Ricardo Alberca
Fotografías:
Estudio Vicens+Ramos
Pablo Vicens


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