23.11.13

Ferrando . Recio

club golf olímpico . Río de Janeiro


Josep Ferrando . David Recio . colab: Play-Time

El edificio se sitúa alejado de la carretera de acceso para presentarse de forma uniforme dentro de su contexto.

















_la situación_
Ante la dimensión del campo de golf y del paisaje que lo rodea, el edificio dialoga mostrándose compacto, con unas fachadas en sus cuatro lados que respetan el mismo lenguaje. Evita alinearse a cualquiera de las directrices que marcan los bloques vecinos y rota ligeramente sobre su centro de gravedad para alargar las visuales en relación al paisaje.
El vacío que se genera entre el club y la calle permite ubicar la zona de parking que, situada en un nivel topográfico inferior, parece desaparecer desde las visuales del peatón. Esta voluntad de ocultar se ve reforzada por la arboleda que repite la traza de la calle.

_el emplazamiento_
El volumen se levanta ligeramente sobre el territorio, de manera que el paisaje cercano no se convierta en fachada debido a la perspectiva; sino que todas las partes del programa divisen la inmensidad del campo de golf y del océano.
De esta manera se pretende dejar la menor huella posible en el lugar y que el paisaje sea permeable y continuo bajo el edificio.

_el edificio_
El proyecto construye un claustro, un vacío que acota parte del paisaje y lo contiene dentro del programa.
En planta baja la estructura tiene la mínima presencia, situándose en un segundo plano de forma que la sombra la diluya y otorgue importancia al volumen suspendido en el paisaje.
El claustro se convierte en la primera puerta al lugar, quedando dividido en cuatro partes gracias a la posición asimétrica del vestíbulo. Esta posición convierte al claustro en una suma de cuatro patios.

_el programa_
Las diferentes áreas a ubicar en el interior, aprovechan de la claridad de la planta y del patio para encontrar su sitio.
Dependiendo de los accesos, de las vistas y de las orientaciones, las diferentes zonas adquieren el programa adecuado.
Parte de este programa se sitúa, por razones de fácil accesibilidad, en la cota del terreno, de forma que ayudan a configurar el acercamiento hasta este gran patio central.
En la planta superior, los accesos desde el cuerpo central generan unos grandes vacíos-balcón que miran hacia el exterior. Lugares que pueden alargar el uso del programa interior como en el caso de la zona de eventos o el restaurante.
Las esquinas del edificio contienen las partes servidoras, de manera que se concentren los almacenajes, circulaciones de emergencia y zonas húmedas en el mismo espacio, garantizando su buen uso y la economía de medios. Estas partes macizas rotan su dirección en cada una de las esquinas otorgando dinamismo al volumen suspendido.

_la materialidad_
El edificio es una gran caja de hormigón blanco que muestra su pesadez, pero que a la vez la niega cuando se aproxima al suelo, a través de la sombra que genera.
La construcción interior del patio se realiza en seco, con estructura metálica, de manera que se entienda como caminos que unen y atajan la relación entre diferentes partes del programa.
Las cajas interiores y las lamas son de madera, para obtener un carácter de mueble, de elemento ligero dentro de un elemento pesado.

El proyecto pretende construir un edificio elegante, que dialogue con un entorno maravilloso sin negarlo, sino incorporándolo bajo su cobijo y en su interior. Resolviendo el programa de una forma clara, facilitando su circulación y la relación con el exterior.

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