MAQUETA DE UN LUGAR COMÚN . Ciudad de México
LUIS ALDRETE . fotos: © Luis Gallardo . + LIGA 10
La intervención de Luis Aldrete parte de un interés en los objetos, materiales y experiencias tangibles.
Por medio de madera de cimbra, tierra, vegetación y espejo, un pequeño jardín se sumerge en la tierra: una arquitectura anclada a su innegable condición de pertenecer a un universo material, asentada en el terreno. Este micro-universo contemplativo, se refleja infinitamente por medio de espejos encontrados, creando una experiencia caleidoscópica en donde, sorpresivamente, nuestra propia imagen nos devuelve la mirada de entre la vegetación. Sentado en la banca enfrente de este jardín artificial, abrazado por el frio que emana la tierra, nos aislamos de la ciudad para entregarnos a este mundo interior.
El acceso a este oasis oculto se pospone. Desde afuera solamente se percibe el volumen y peso de la tierra recargada contra los cristales y unas construcciones toscas de madera de cimbra con soportes diagonales. Un escaparate que muestra un paisaje austero de materias primas envuelto en una muda presencia telúrica. A través de un pasillo angosto el visitante se traslada desde el lobby del edificio de oficinas a este espacio que revela las posibilidades espaciales y sensibilidades ambientales presentes en el mundo que nos rodea día a día. Estas experiencias espaciales y sensoriales son las referencias que constituyen la materia prima de la obra de Luis Aldrete.
LUIS ALDRETE . fotos: © Luis Gallardo . + LIGA 10
La intervención de Luis Aldrete parte de un interés en los objetos, materiales y experiencias tangibles.
Por medio de madera de cimbra, tierra, vegetación y espejo, un pequeño jardín se sumerge en la tierra: una arquitectura anclada a su innegable condición de pertenecer a un universo material, asentada en el terreno. Este micro-universo contemplativo, se refleja infinitamente por medio de espejos encontrados, creando una experiencia caleidoscópica en donde, sorpresivamente, nuestra propia imagen nos devuelve la mirada de entre la vegetación. Sentado en la banca enfrente de este jardín artificial, abrazado por el frio que emana la tierra, nos aislamos de la ciudad para entregarnos a este mundo interior.
El acceso a este oasis oculto se pospone. Desde afuera solamente se percibe el volumen y peso de la tierra recargada contra los cristales y unas construcciones toscas de madera de cimbra con soportes diagonales. Un escaparate que muestra un paisaje austero de materias primas envuelto en una muda presencia telúrica. A través de un pasillo angosto el visitante se traslada desde el lobby del edificio de oficinas a este espacio que revela las posibilidades espaciales y sensibilidades ambientales presentes en el mundo que nos rodea día a día. Estas experiencias espaciales y sensoriales son las referencias que constituyen la materia prima de la obra de Luis Aldrete.
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