34 VPO en la Taxonera . Barcelona
gracias a Peris+Toral Arquitectes
El proyecto es fruto de un concurso de vivienda pública convocado por el Ayuntamiento de Barcelona en el barrio de la Taxonera. Se trata de un ámbito antiguamente ocupado por una tejería donde el nuevo planeamiento contempla la construcción de 34 viviendas de protección oficial para realojo.
El edificio agota la ocupación del solar de 25x15m y dispone la edificabilidad de manera que la volumetría se desmaterializa en la esquina noreste para lograr el mayor número de viviendas bien orientadas. La pieza logra así mayor esbeltez y una doble escala que responde a una visión más lejana respecto a la Ronda de Dalt.
El vacío volumétrico genera una terraza comunitaria al que se accede desde la pasarela central, donde aparecen los tendederos protegidos visualmente por un antepecho alto.
El sistema de agregación consta de una pasarela central que da acceso a cinco viviendas por rellano, y cuatro, en el caso de las últimas plantas donde el edificio se vacía. Se trata de viviendas de dos y tres dormitorios, de cincuenta y sesenta metros cuadrados respectivamente. Los espacios servidores se agrupan en un anillo central que también recoge los umbrales de entrada y los pasos de instalaciones. La estructura de machones de hormigón armado resigue el perímetro de la corona servidora, y liberan la crujía de espacio servido de la aparición de pilares, situados en el perímetro de fachada. La concentración de servicios en franja lineal flexibiliza la solución al permitir eliminar los tabiques de distribución interior para lograr una planta libre organizada a través del mobiliario.
En planta baja también se producen dos vacíos, a modo de porches, en esquinas opuestas. Uno para recoger el acceso al vestíbulo, y el otro al aparcamiento, a doble altura, a fin de dilatar el encuentro con el edificio vecino y articular los espacios públicos lindantes. Plaza y calle quedan conectadas a través de la nueva construcción.
La proximidad entre ambos edificios lleva a entenderlo como un conjunto de dos piezas separadas por un vacío. El nuevo edificio se propone de obra vista de color gris oscuro que contraste con el vecino, mientras las partes excavadas se revestirán de un tono más claro buscando el parecido con el mismo.
La presencia del ladrillo como unidad material y el juego de negativos, tanto en volumetría como en color, integran el conjunto de edificios en un todo capaz de recuperar parte de la memoria del lugar, habitado antiguamente por la tejería.
gracias a Peris+Toral Arquitectes
El proyecto es fruto de un concurso de vivienda pública convocado por el Ayuntamiento de Barcelona en el barrio de la Taxonera. Se trata de un ámbito antiguamente ocupado por una tejería donde el nuevo planeamiento contempla la construcción de 34 viviendas de protección oficial para realojo.
El edificio agota la ocupación del solar de 25x15m y dispone la edificabilidad de manera que la volumetría se desmaterializa en la esquina noreste para lograr el mayor número de viviendas bien orientadas. La pieza logra así mayor esbeltez y una doble escala que responde a una visión más lejana respecto a la Ronda de Dalt.
El vacío volumétrico genera una terraza comunitaria al que se accede desde la pasarela central, donde aparecen los tendederos protegidos visualmente por un antepecho alto.
El sistema de agregación consta de una pasarela central que da acceso a cinco viviendas por rellano, y cuatro, en el caso de las últimas plantas donde el edificio se vacía. Se trata de viviendas de dos y tres dormitorios, de cincuenta y sesenta metros cuadrados respectivamente. Los espacios servidores se agrupan en un anillo central que también recoge los umbrales de entrada y los pasos de instalaciones. La estructura de machones de hormigón armado resigue el perímetro de la corona servidora, y liberan la crujía de espacio servido de la aparición de pilares, situados en el perímetro de fachada. La concentración de servicios en franja lineal flexibiliza la solución al permitir eliminar los tabiques de distribución interior para lograr una planta libre organizada a través del mobiliario.
En planta baja también se producen dos vacíos, a modo de porches, en esquinas opuestas. Uno para recoger el acceso al vestíbulo, y el otro al aparcamiento, a doble altura, a fin de dilatar el encuentro con el edificio vecino y articular los espacios públicos lindantes. Plaza y calle quedan conectadas a través de la nueva construcción.
La proximidad entre ambos edificios lleva a entenderlo como un conjunto de dos piezas separadas por un vacío. El nuevo edificio se propone de obra vista de color gris oscuro que contraste con el vecino, mientras las partes excavadas se revestirán de un tono más claro buscando el parecido con el mismo.
La presencia del ladrillo como unidad material y el juego de negativos, tanto en volumetría como en color, integran el conjunto de edificios en un todo capaz de recuperar parte de la memoria del lugar, habitado antiguamente por la tejería.
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