Pardo . Laboratorios CIBA . Burgos
origen: gracias a Marcelo Ruiz Pardo
El entorno arbóreo, natural y orgánico, contrasta con el volumen nítido y cristalino de la arquitectura. La relación de la figura con el fondo es de contraste, de exclusión, pero desde un punto de visto perceptivo esto se deshace puesto que el edificio reproducirá la vegetación y este contraste entre dos formas naturales (cristalográfica y orgánica) quedará matizado en su percepción. El objeto es una herramienta de percepción: es una infraestructura para el conocimiento microscópico a la vez que permite percibir el entorno, la naturaleza y la propia arquitectura. Este objetivo se produce de un modo bidireccional; es decir se puede ver la ciudad desde el objeto o mirando hacia el objeto. Su superficie de espejo plantea una relación más compleja entre el objeto y su entorno puesto que el segundo se convierte en el primero y viceversa.
El proyecto GIBA reclamo pues, una intervención optimista y sofisticada, capaz de dotar al entorno de una poderosa condición representativa fácilmente iden tíficable, tanto en la mente de los usuarios como en el plano de la ciudad y del territorio. Más allá de las áreas de nuevo desarrollo de la ciudad, la propuesta busca relacionar el núcleo urbano, el entorno inmediato, la vida cotidiana y la investigación, de forma que se pueda impulsar el potencial de la ciudad, dentro del paradigma contemporáneo en el que nos encontramos.
El entorno arbóreo, natural y orgánico, contrasta con el volumen nítido y cristalino de la arquitectura. La relación de la figura con el fondo es de contraste, de exclusión, pero desde un punto de visto perceptivo esto se deshace puesto que el edificio reproducirá la vegetación y este contraste entre dos formas naturales (cristalográfica y orgánica) quedará matizado en su percepción. El objeto es una herramienta de percepción: es una infraestructura para el conocimiento microscópico a la vez que permite percibir el entorno, la naturaleza y la propia arquitectura. Este objetivo se produce de un modo bidireccional; es decir se puede ver la ciudad desde el objeto o mirando hacia el objeto. Su superficie de espejo plantea una relación más compleja entre el objeto y su entorno puesto que el segundo se convierte en el primero y viceversa.
El proyecto GIBA reclamo pues, una intervención optimista y sofisticada, capaz de dotar al entorno de una poderosa condición representativa fácilmente iden tíficable, tanto en la mente de los usuarios como en el plano de la ciudad y del territorio. Más allá de las áreas de nuevo desarrollo de la ciudad, la propuesta busca relacionar el núcleo urbano, el entorno inmediato, la vida cotidiana y la investigación, de forma que se pueda impulsar el potencial de la ciudad, dentro del paradigma contemporáneo en el que nos encontramos.
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