Juan Marco

Coma House 02 . Castellón

Juan Marco . photos: © Elena Arroyo . + archdaily

The house is located on a lot of 1560 square meters, with a complex topography of steep slopes both in the longitudinal (north-south) and transversal (east-west) directions.

The strategy for the project is developed from two initial decisions:
- Locating the dwelling in the highest area (the least usable, a priori), where the slope is the steepest, to generate horizontal areas (habitable, usable) in the rest of the lot. In this way, the entire lot can be surveyed from the house, the relationship with the landscape is thus intensified, and the best natural ventilation is taken advantage of, which is important given the harsh climate especially in the summer.
- Delineating a street with reasonable slopes that traverses part of the lot, from its entrance to the garage, and crosses under the dwelling, producing a comfortable access and an ample shadow for the landscape.

The building, a simple volume, fits into the mountain producing a direct relationship between each floor and the exterior. Two scales of approach are taken into consideration. The farther scale, in the landscape, is addressed with the volume on the ground floor and a more abstract image generated by the terrace which open towards the south providing protection from the sun. The nearer scale, further down the mountain, is where we perceive the top floor as a free perimeter building, an effect emphasized by landscaping the lower floor, producing a continuity with the immediate, manipulated environment.

Superficie construida: 420m2
Colaboradores: Silvia Fernández, Sonia Hernández, Javier Donate, Ana Lete, J. López, Vittoria Volpi.
Aparejador: Fabio Alemany.
Estructura: Félix Díaz.

La casa se ubica en una parcela de compleja topografía que presenta importantes pendientes tanto en sentido longitudinal (N-S) como transversal (E-O).
Dos primeras decisiones, a partir de las cuales se desarrolla toda la estrategia de proyecto:
- Ubicar la vivienda en la parte más alta (la menos utilizable, a priori), donde más pronunciada es la pendiente, para generar bancales o zonas horizontales (habitables, utilizables) en el resto de la superficie. También, de esta manera, se domina desde la casa toda la parcela, se intensifica la relación con el PAISAJE, y se aprovechan las mejores ventilaciones naturales, en un clima bastante duro en verano.
- Trazar una calle que, con pendientes razonables, recorre parte de la parcela, desde su acceso hasta el garaje, y pasa por debajo de la vivienda, produciéndose así un cómodo acceso, y una gran sombra abierta al paisaje.
El edificio, de volumetría sencilla, se intenta acomodar en la montaña, produciéndose una relación directa de cada planta con el espacio exterior. También se tiene en cuenta la doble escala de aproximación. La más lejana, en el paisaje, a la que se responde con el volumen de planta primera y una imagen mas abstracta generada por la protección solar de la terraza abierta a Sur. Y otra más próxima, cercana, bajando por la montaña, donde percibiremos la ultima planta como una pequeña edificación exenta, efecto que se enfatiza al ajardinar la cubierta de la planta inferior, en continuidad con el entorno próximo, manipulado. El sistema de patios, en los distintos niveles, relacionados visualmente en diagonal, y que colaboran, junto a las decisiones constructivas, a reaccionar positivamente frente a este clima, pretenden optimizar la relación con el exterior, a pesar de las dimensiones en planta que el programa exige. Importancia de los espacios “diafragmáticos”.
Esta ubicación y volumetría, responden, pues, tanto a condicionantes de la parcela (superficie, topografía, orientación, acceso, lindes, vistas, ...) como a los deseos de sus futuros usuarios, también a una preocupación por insertar la casa de manera amable en un paisaje particular.