Ciudad de paz | Mercado de paz

CONCURSO DE RECONSTRUCCIÓN DE MERCADO . LA LAGUNA


CONCURSO LA LAGUNA

La ciudad de San Cristóbal de la Laguna , es declarada "Bien Cultural Patrimonio de la Humanidad" en 1999.





Esta declaración se debió en gran parte a su constitución como primera ciudad de paz (sin
murallas) y a que conserva prácticamente intacto su trazado original del siglo XV según se refleja en
el mapa levantado por Leonardo Torriani.

Esta premisa nos pareció interesante como punto de partida en un mercado. ¿Por qué no? un
mercado sin murallas, un mercado de paz, una espiral continua, a modo de mercado.

Ya que se “recomienda” en las bases del concurso, el apilamiento de programa en tres niveles,
creemos que un espacio en continuidad es la mejor solución al esquema propuesto.

Como reafirmación de la propuesta, imaginamos una calle comercial de la ciudad, que se pliega
sobre sí misma con una mínima pendiente –en torno al 6 %, generando densidad frente a la
dispersión, con un cerramiento mínimo de estas plataformas que lo convertiría en edificio.

El problema esencial del entorno es su dispersión, un emplazamiento rodeado de dos grandes
vacios (al oeste la plaza del Adelantado y al norte la plaza del Barranco) se propone la
concentración del programa.

Para generar aun más densidad, se superpone la espiral del programa del mercado con la espiral
del programa de los usos comunitarios como son la sala polivalente, guardería, centro ciudadano,
oficinas ,etc.…de esta forma queda todo el programa accesible a nivel de calle, integrando el
mercado en la secuencia urbana de manera natural.

En lugar de un simple apilamiento de plantas, se determina una línea de conexión continua, un
recorrido comercial sin murallas, en mínima pendiente. Un mercado que reinterpreta la tradicional
calle comercial de San Cristóbal de la Laguna.

El visitante se convertirá en un flaneur Baudelariano, examinando y siendo seducido por un mundo
lleno de aromas, colores, texturas para finalmente terminar sobrecogido por el escenario urbano y
natural al final del recorrido, en la cubierta, que se convierte en una nueva plaza pública de la
ciudad.

Así, a través de estos saltos de escala, desde el olor de un tomate recién recogido, a la traza urbana
del siglo XV -mediante miradores-, proponemos la unión de lo sobrecogedor con lo cotidiano.

Para enriquecer la experiencia de la circulación, este bulevar gira en torno a dos núcleos; el primero
un condensador programático con parte del programa más complejo del mercado (alimentos
frescos, restaurantes, etc.….Un segundo núcleo, que es un vacio en triple altura, un condensador
social de interrelaciones entre los visitantes y los comercios.

Para facilitar el uso se introducen rutas más directas y “eficaces”, mediante sendos núcleos
verticales, complementando las opciones peatonales y estableciendo las conexiones programáticas
necesarias.

En cuanto al programa proponemos la existencia de un mercado artesano que promocione los
productos autóctonos, que son la mejor expresión de la adaptación al medio.

El edificio toma como referente la arquitectura lagunera con sus miradores de madera, patios,
galerías y espacios donde conviven el interior y el exterior.


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