Atrio de de la Alhambra . Granada
Juan Domingo Santos
La estructura arquitectónica de la Alhambra es el resultado de superponer una geometría regular sobre un territorio con topografía. En el inicio la de los Palacios Árabes, ortogonal y doméstica, configurada por una secuencia de patios cerrados comunicados entre si, y más tarde la del palacio de Carlos V, una maravillosa construcción en torno a un patio rotondo dispuesto sobre la estructura urbana islámica.
Tanto una arquitectura como otra representan la ocupación de un territorio mediante la implantación de una geometría de llenos y vacíos.
ATRIO DE RECEPCIÓN PARA VISITANTES
Al iniciar una intervención junto a la Alhambra el proyectista se siente dividido entre la fascinación por su arquitectura, y como evolucionó con el tiempo, y el deseo de desinhibición presente en el proyecto de Machuca para el Palacio de Carlos V.
Mas ésta es una intervención diseñada en un contexto de radical transformación, símbolo de un profundo cambio de Poder.
Se pretende ahora y sobre todo ordenar accesos y servicios complementarios de calidad, abiertos a un gran número de visitantes para los que la Alhambra es un mito y el deseo de visitarla universal.
La Nueva Puerta de la Alhambra deberá encuadrarse en un delicado equilibrio entre Naturaleza y Arquitectura que el Tiempo no ha comprometido aún.
El Palacio de Carlos V constituye una evidente y radical expresión del nuevo Poder. La maestría del arquitecto permitió que un cuerpo aparentemente extraño a lo que era la Alhambra, de expresión autónoma y de tan diferente escala, aumentara sus cualidades –transformando pero no rompiendo o disolviendo, sino recreando el carácter de un complejo arquitectónico no fragmentable. Y lo hizo por la articulación entre dos expresiones, basándose en continuidades internas y externas, o discontinuidades, y en itinerarios y espacios abiertos de diferente escala.
Es ese principio de continuidad deshinibida, aunque en un contexto histórico diferente, el que conduce el desarrollo del proyecto, y un proceso de impregnación-liberación basado en el “espíritu del lugar” y en la actual exigencia del programa.
JARDÍN MIRADOR SOBRE LA ALHAMBRA
Aun siendo difícil la transición entre el espacio construido de la Alhambra y el espacio agrícola inmediato, la solución desemboca en un equilibrio entre el uso y la función, formalizado a través del jardín, una propuesta inherente a las características de la propia Alhambra. La estratigrafía arquitectónica reciente muestra que siempre que ha sido necesario ampliar o transformar el monumento, el jardín ha estado presente como referencia al paisaje.
La propuesta para el nuevo Atrio de la Alhambra toma como referencia las plataformas ajardinadas del Generalife, una secuencia de planos agrícolas escalonados sobre las topografías que rodean el espacio exterior del monumento. Esta imagen de bancales ajardinados extendidos sobre el paisaje nos parece una solución apropiada para el proyecto, ya que permite asociar la arquitectura a un sistema de ocupación natural del territorio, conservando sus perfiles y trazados originales. La arquitectura del Atrio surge por tanto como una sucesión de plataformas con patios de sombra y agua a distintos niveles que descienden progresivamente hasta la Plaza de la Alhambra, un espacio de transición previo al recinto monumental, libre de construcciones, a fin de permitir la visión de la Torre del Agua, la Puerta de los Siete Suelos y las murallas del recinto.
La idea de puerta de acceso o entrada al monumento aparece por tanto vinculada a la construcción de un jardín elevado, una plataforma mirador sobre las murallas y torres de la Alhambra cubierta por una pérgola de yedra y parra virgen. Bajo este nivel se sitúa el gran hall del Atrio, un amplio vestíbulo soterrado a la cota de la Plaza de la Alhambra, construido entorno a la luz y a un patio de agua (impluvium) que recuerda otros patios de la Alhambra como el de la Alberca o Arrayanes. Este vestíbulo se organiza con entradas de luz natural, siguiendo la tradición árabe que permite obtener diferentes atmósferas a partir de la gradación de la luz.
La propuesta incorpora preexistencias del lugar como el Camino Viejo de cipreses del Cementerio o un antiguo muro recubierto de vegetación que cambia de color con las estaciones y al que se articulan los espacios del nuevo Atrio a través de una secuencia de patios, tal y como sucede en las construcciones de los Palacios Islámicos. El Impluvium, el Patio de los cipreses, el Patio de yedra y la Plaza de la Alhambra, construyen una secuencia de lugares de escala distinta. Un muro y una alberca de agua resuelven la transición entre estos cuatro patios antes de acceder al monumento. A fin de favorecer la permeabilidad entre estos espacios el muro se levanta 50cm sobre el estanque de agua y se inclina en su coronación para permitir las vistas de los cipreses del Generalife.
(Fragmento extraído de la memoria del proyecto)
Álvaro Siza Vieira . Juan Domingo Santos
Proyecto: ATRIO DE LA ALHAMBRA, Granada
Fecha: febrero 2011
Arquitectos:
ÁLVARO SIZA VIEIRA
JUAN DOMINGO SANTOS
Arquitectos colaboradores:
Estudio Álvaro Siza:
HANS OLA BOMAN / DANIEL GUTIÉRREZ PEINADO / JOSE PEDRO SILVA / INA
VALKANOVA
Estudio JDS:
CARMEN MORENO ÁLVAREZ / ISABEL DÍAZ RODRÍGUEZ / CLAIRE DE NUTTE /
CARLOS GOR GÓMEZ / JULIEN FAJARDO (maqueta 1:2000)
Ingeniería:
GOP ENGENHARIA. JORGE AMORIM NUNES DA SILVA / MARIA RAQUEL BENTO
FERNÁNDEZ / ALEXANDRE FERREIRA MARTINS / ÁLVARO RAIMUNDO / RAUL BESSA
Ingeniería Industrial:
ÁBACO INGENIEROS. PATRICIO BAUTISTA CARRASCOSA
Arquitectos Técnicos:
JOSÉ NAVARRO NAVARRO
Ingeniero Agrónomo y de Montes:
RAFAEL M. NAVARRO CERRILLO / ENRIQUE DECKLER COLOMER
Maqueta 1:500
ÁLVARO NEGRELLO
Montajes fotográficos:
3D LT STUDIO
Audiovisual:
TRANSVERSAL ARTE Y ESTRATEGIA S.L.
Juan Domingo Santos
La estructura arquitectónica de la Alhambra es el resultado de superponer una geometría regular sobre un territorio con topografía. En el inicio la de los Palacios Árabes, ortogonal y doméstica, configurada por una secuencia de patios cerrados comunicados entre si, y más tarde la del palacio de Carlos V, una maravillosa construcción en torno a un patio rotondo dispuesto sobre la estructura urbana islámica.
Tanto una arquitectura como otra representan la ocupación de un territorio mediante la implantación de una geometría de llenos y vacíos.
ATRIO DE RECEPCIÓN PARA VISITANTES
Al iniciar una intervención junto a la Alhambra el proyectista se siente dividido entre la fascinación por su arquitectura, y como evolucionó con el tiempo, y el deseo de desinhibición presente en el proyecto de Machuca para el Palacio de Carlos V.
Mas ésta es una intervención diseñada en un contexto de radical transformación, símbolo de un profundo cambio de Poder.
Se pretende ahora y sobre todo ordenar accesos y servicios complementarios de calidad, abiertos a un gran número de visitantes para los que la Alhambra es un mito y el deseo de visitarla universal.
La Nueva Puerta de la Alhambra deberá encuadrarse en un delicado equilibrio entre Naturaleza y Arquitectura que el Tiempo no ha comprometido aún.
El Palacio de Carlos V constituye una evidente y radical expresión del nuevo Poder. La maestría del arquitecto permitió que un cuerpo aparentemente extraño a lo que era la Alhambra, de expresión autónoma y de tan diferente escala, aumentara sus cualidades –transformando pero no rompiendo o disolviendo, sino recreando el carácter de un complejo arquitectónico no fragmentable. Y lo hizo por la articulación entre dos expresiones, basándose en continuidades internas y externas, o discontinuidades, y en itinerarios y espacios abiertos de diferente escala.
Es ese principio de continuidad deshinibida, aunque en un contexto histórico diferente, el que conduce el desarrollo del proyecto, y un proceso de impregnación-liberación basado en el “espíritu del lugar” y en la actual exigencia del programa.
JARDÍN MIRADOR SOBRE LA ALHAMBRA
Aun siendo difícil la transición entre el espacio construido de la Alhambra y el espacio agrícola inmediato, la solución desemboca en un equilibrio entre el uso y la función, formalizado a través del jardín, una propuesta inherente a las características de la propia Alhambra. La estratigrafía arquitectónica reciente muestra que siempre que ha sido necesario ampliar o transformar el monumento, el jardín ha estado presente como referencia al paisaje.
La propuesta para el nuevo Atrio de la Alhambra toma como referencia las plataformas ajardinadas del Generalife, una secuencia de planos agrícolas escalonados sobre las topografías que rodean el espacio exterior del monumento. Esta imagen de bancales ajardinados extendidos sobre el paisaje nos parece una solución apropiada para el proyecto, ya que permite asociar la arquitectura a un sistema de ocupación natural del territorio, conservando sus perfiles y trazados originales. La arquitectura del Atrio surge por tanto como una sucesión de plataformas con patios de sombra y agua a distintos niveles que descienden progresivamente hasta la Plaza de la Alhambra, un espacio de transición previo al recinto monumental, libre de construcciones, a fin de permitir la visión de la Torre del Agua, la Puerta de los Siete Suelos y las murallas del recinto.
La idea de puerta de acceso o entrada al monumento aparece por tanto vinculada a la construcción de un jardín elevado, una plataforma mirador sobre las murallas y torres de la Alhambra cubierta por una pérgola de yedra y parra virgen. Bajo este nivel se sitúa el gran hall del Atrio, un amplio vestíbulo soterrado a la cota de la Plaza de la Alhambra, construido entorno a la luz y a un patio de agua (impluvium) que recuerda otros patios de la Alhambra como el de la Alberca o Arrayanes. Este vestíbulo se organiza con entradas de luz natural, siguiendo la tradición árabe que permite obtener diferentes atmósferas a partir de la gradación de la luz.
La propuesta incorpora preexistencias del lugar como el Camino Viejo de cipreses del Cementerio o un antiguo muro recubierto de vegetación que cambia de color con las estaciones y al que se articulan los espacios del nuevo Atrio a través de una secuencia de patios, tal y como sucede en las construcciones de los Palacios Islámicos. El Impluvium, el Patio de los cipreses, el Patio de yedra y la Plaza de la Alhambra, construyen una secuencia de lugares de escala distinta. Un muro y una alberca de agua resuelven la transición entre estos cuatro patios antes de acceder al monumento. A fin de favorecer la permeabilidad entre estos espacios el muro se levanta 50cm sobre el estanque de agua y se inclina en su coronación para permitir las vistas de los cipreses del Generalife.
(Fragmento extraído de la memoria del proyecto)
Álvaro Siza Vieira . Juan Domingo Santos
Proyecto: ATRIO DE LA ALHAMBRA, Granada
Fecha: febrero 2011
Arquitectos:
ÁLVARO SIZA VIEIRA
JUAN DOMINGO SANTOS
Arquitectos colaboradores:
Estudio Álvaro Siza:
HANS OLA BOMAN / DANIEL GUTIÉRREZ PEINADO / JOSE PEDRO SILVA / INA
VALKANOVA
Estudio JDS:
CARMEN MORENO ÁLVAREZ / ISABEL DÍAZ RODRÍGUEZ / CLAIRE DE NUTTE /
CARLOS GOR GÓMEZ / JULIEN FAJARDO (maqueta 1:2000)
Ingeniería:
GOP ENGENHARIA. JORGE AMORIM NUNES DA SILVA / MARIA RAQUEL BENTO
FERNÁNDEZ / ALEXANDRE FERREIRA MARTINS / ÁLVARO RAIMUNDO / RAUL BESSA
Ingeniería Industrial:
ÁBACO INGENIEROS. PATRICIO BAUTISTA CARRASCOSA
Arquitectos Técnicos:
JOSÉ NAVARRO NAVARRO
Ingeniero Agrónomo y de Montes:
RAFAEL M. NAVARRO CERRILLO / ENRIQUE DECKLER COLOMER
Maqueta 1:500
ÁLVARO NEGRELLO
Montajes fotográficos:
3D LT STUDIO
Audiovisual:
TRANSVERSAL ARTE Y ESTRATEGIA S.L.
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