Casa Sifera . Caldes de Malavella
Josep Camps+Olga Felip Arquitecturia . fotos: © Pedro Pegenaute
El Golf de Caldes de Malavella está situado en el inicio del llano de la comarca de la Selva, entre los sistemas montañosos del Litoral y Pre litoral catalán.
Es de una topografía accidentada, debido a la erosión del agua, en donde los hoyos del campo de golf se sitúan en las partes bajas y las viviendas (asociadas a la vida y actividad del complejo) en sus partes altas como miradores con vistas directas a cada uno de los campos de golf (hoyos).
Es un paisaje originariamente de encinas con pinos de reciente incorporación y sobre el que se ha sobrepuesto las capas del sistema de circulaciones para vehículos y el sistema de espacios “verde público” que van definiendo cada uno de los hoyos. Entre medio las parcelas. Normativamente no se permite vallarlas y por tanto sus límites se definen por coordenadas, y la relación entre lo que es público y privado se define por distancias, cambios de vegetación, tipos de pavimento,…
En este entorno se prima la actividad física ligada a la práctica del golf y al hecho de estar en un enclave paisajístico que invita a vivir en el exterior debido al buen clima.
La empresa Sifera, dedicada a la construcción de viviendas preindustrializadas, decide construir su casa piloto en este lugar para poder enseñar sus estándares constructivos, de acabados y prestaciones.
La parcela, donde se sitúa la casa Wi-02 de Sifera, está en una ladera orientada a sur, y con unas buenas vistas al paisaje y al campo de golf.
La casa es un gran porche situado en la parte alta de la parcela, dona hay las mejores vistas y mejor acceso, en el que se intercalan patios que modulan las condiciones atmosféricas y los grados de privacidad entre el interior y el exterior.
Es un esquema simple con una franja de servicios como telón de fondo de las estancias principales situadas sobre las vistas y la buena orientación. Esta franja de servicios se sitúa al norte para ofrecer un buen confort térmico, al mismo tiempo que intimidad respecto la calle de acceso.
Tres patios organizan las funciones de la casa y su relación con el entorno.
Los dos primeros, estrechos, de madera, sirven de filtro entre las partes del jardín más públicas, vinculadas a la calle, y la franja de servicios. El vestíbulo cruza estos dos patios y divide la casa en dos. Cada uno de ellos está plantado con distinta vegetación: plantas aromáticas en el patio vinculado a la cocina y vegetación arbustiva en la zona de baños.
El tercer patio, en el centro de la casa, divide las zonas funcionales de las habitaciones y la sala de estar. Al mismo tiempo es el punto de inflexión entre la calle y las vistas, entre el exterior más publico i el exterior más íntimo,… define el límite entre de donde se viene, a través del acceso y el vestíbulo, y a donde se mira (en este caso el campo de golf), a través de la galería-porche y el jardín de la piscina.
Los patios y la galería son elementos que acercan, median y modulan la relación entre la naturaleza y la vida.
La vivienda se resuelve en planta baja de manera que tanto la sala de estar como cada uno de los dormitorios acceden directamente a la terraza exterior, al jardín y a la piscina, a través de la galería que se convierte en un espacio exterior de estar.
La casa está ligeramente levantada sobre el jardín, de modo que lo amuebla y define ese volumen esquemático a modo de mirador panorámico.
El sistema constructivo de las viviendas de Sifera se basa en la preindustrialización, premontaje y materiales fácilmente reciclables. Todos las partes de la vivienda sobrerasante deben estar construidas y equipadas en menos de dos meses.
La estructura es a base de paneles de madera laminada extraída de explotaciones forestales controladas (sello FSC). El resto de elementos de revestimientos y acabados interior y exterior, de bajo impacto ambiental, se han premontado en taller para luego ensamblarse en obra en un máximo de quince días por sistema.
El acabado exterior venia condicionado por la normativa del propio complejo del campo de golf PGA, y es a base de un sistema de fachada ventilada que se conecta con la cubierta ventilada y que mejora así las prestaciones térmicas de la casa en su conjunto. El soporte del revestimiento continuo de la fachada son paneles de vidrio reciclado. Todos los materiales aislantes térmicos son naturales como la celulosa en fachada y cubierta aumentando su grosor para mejorar las prestaciones térmicas.
El resto de cerramientos constructivamente no dependen unos de otros. Por ejemplo, los vidrios, de baja emisividad, se colocan indistintamente a las aperturas de madera maciza. Éstas confieren unas buenas prestaciones térmicas y de acabado.
Xerojardineria, iluminación y grifería de bajo consumo, recuperación de aguas para el riego, placas solares, sistema automático de regulación de la calefacción, electrodomésticos eficientes, etc.,… facilitan un buen control energético de la vivienda y complementan sistemas pasivos como la ubicación de patios a norte, ventilación cruzada, porches, buena orientación, etc.
Josep Camps+Olga Felip Arquitecturia . fotos: © Pedro Pegenaute
El Golf de Caldes de Malavella está situado en el inicio del llano de la comarca de la Selva, entre los sistemas montañosos del Litoral y Pre litoral catalán.
Es de una topografía accidentada, debido a la erosión del agua, en donde los hoyos del campo de golf se sitúan en las partes bajas y las viviendas (asociadas a la vida y actividad del complejo) en sus partes altas como miradores con vistas directas a cada uno de los campos de golf (hoyos).
Es un paisaje originariamente de encinas con pinos de reciente incorporación y sobre el que se ha sobrepuesto las capas del sistema de circulaciones para vehículos y el sistema de espacios “verde público” que van definiendo cada uno de los hoyos. Entre medio las parcelas. Normativamente no se permite vallarlas y por tanto sus límites se definen por coordenadas, y la relación entre lo que es público y privado se define por distancias, cambios de vegetación, tipos de pavimento,…
En este entorno se prima la actividad física ligada a la práctica del golf y al hecho de estar en un enclave paisajístico que invita a vivir en el exterior debido al buen clima.
La empresa Sifera, dedicada a la construcción de viviendas preindustrializadas, decide construir su casa piloto en este lugar para poder enseñar sus estándares constructivos, de acabados y prestaciones.
La parcela, donde se sitúa la casa Wi-02 de Sifera, está en una ladera orientada a sur, y con unas buenas vistas al paisaje y al campo de golf.
La casa es un gran porche situado en la parte alta de la parcela, dona hay las mejores vistas y mejor acceso, en el que se intercalan patios que modulan las condiciones atmosféricas y los grados de privacidad entre el interior y el exterior.
Es un esquema simple con una franja de servicios como telón de fondo de las estancias principales situadas sobre las vistas y la buena orientación. Esta franja de servicios se sitúa al norte para ofrecer un buen confort térmico, al mismo tiempo que intimidad respecto la calle de acceso.
Tres patios organizan las funciones de la casa y su relación con el entorno.
Los dos primeros, estrechos, de madera, sirven de filtro entre las partes del jardín más públicas, vinculadas a la calle, y la franja de servicios. El vestíbulo cruza estos dos patios y divide la casa en dos. Cada uno de ellos está plantado con distinta vegetación: plantas aromáticas en el patio vinculado a la cocina y vegetación arbustiva en la zona de baños.
El tercer patio, en el centro de la casa, divide las zonas funcionales de las habitaciones y la sala de estar. Al mismo tiempo es el punto de inflexión entre la calle y las vistas, entre el exterior más publico i el exterior más íntimo,… define el límite entre de donde se viene, a través del acceso y el vestíbulo, y a donde se mira (en este caso el campo de golf), a través de la galería-porche y el jardín de la piscina.
Los patios y la galería son elementos que acercan, median y modulan la relación entre la naturaleza y la vida.
La vivienda se resuelve en planta baja de manera que tanto la sala de estar como cada uno de los dormitorios acceden directamente a la terraza exterior, al jardín y a la piscina, a través de la galería que se convierte en un espacio exterior de estar.
La casa está ligeramente levantada sobre el jardín, de modo que lo amuebla y define ese volumen esquemático a modo de mirador panorámico.
El sistema constructivo de las viviendas de Sifera se basa en la preindustrialización, premontaje y materiales fácilmente reciclables. Todos las partes de la vivienda sobrerasante deben estar construidas y equipadas en menos de dos meses.
La estructura es a base de paneles de madera laminada extraída de explotaciones forestales controladas (sello FSC). El resto de elementos de revestimientos y acabados interior y exterior, de bajo impacto ambiental, se han premontado en taller para luego ensamblarse en obra en un máximo de quince días por sistema.
El acabado exterior venia condicionado por la normativa del propio complejo del campo de golf PGA, y es a base de un sistema de fachada ventilada que se conecta con la cubierta ventilada y que mejora así las prestaciones térmicas de la casa en su conjunto. El soporte del revestimiento continuo de la fachada son paneles de vidrio reciclado. Todos los materiales aislantes térmicos son naturales como la celulosa en fachada y cubierta aumentando su grosor para mejorar las prestaciones térmicas.
El resto de cerramientos constructivamente no dependen unos de otros. Por ejemplo, los vidrios, de baja emisividad, se colocan indistintamente a las aperturas de madera maciza. Éstas confieren unas buenas prestaciones térmicas y de acabado.
Xerojardineria, iluminación y grifería de bajo consumo, recuperación de aguas para el riego, placas solares, sistema automático de regulación de la calefacción, electrodomésticos eficientes, etc.,… facilitan un buen control energético de la vivienda y complementan sistemas pasivos como la ubicación de patios a norte, ventilación cruzada, porches, buena orientación, etc.
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