Parliament of the 4 Landscapes . Consulado Joven . Burgos
Andrés Jaque Arquitectos
El Ayuntamiento de Burgos convoca un concurso para concentrar en un edificio, localizado en la plaza de la Llana del casco histórico, los servicios públicos dirigidos a la población joven de la ciudad.
Esto incluye: asistencia (orientación y servicios sociales), programación especializada (formativa, deportiva y cultural) y visibilidad (exposición y representación pública de los intereses propios del sector de población joven). El lugar está marcado históricamente por haber sido y ser la sede de dos construcciones paradigmáticas por su funcionalidad política: el Consulado del Mar (desaparecido) y la Capilla de los Condestables de la Catedral de Burgos. Para rememorar la primera de ellas, el Ayuntamiento decide llamar al nuevo edificio: Consulado Joven de Burgos.
La propuesta surge de una reflexión y dos estrategias derivadas de dicha reflexión. Reflexión: Un rasgo característico del tiempo que nos toca vivir en la mayoría de los entornos occidentales es el compromiso con la transición de 1.- nociones de la acción pública basadas en “la política” (como conjunto de acciones fundacionales para la impresión en la cotidianeidad de construcciones ideológicas específicas), hacia 2.- nociones basadas en “lo político” (como conjunto de mecanismos para gestionar el antagonismo, el acontecimiento y la diferencia). Si las nociones del tipo 1 han generado en el pasado tipologías arquitectónicas tan celebradas como los clubs proletarios, los falansterios, la vivienda burguesa o las comunas hippies; en estos momentos la arquitectura se enfrenta al reto, de aportar las tipologías que respondan a las nociones del tipo 2.
Estrategia 1: equipar las formas de socialización requeridas con familias de dispositivos arquitectónicos mediadores de “lo político”. Se estudia el programa de necesidades aportado por la Concejalía de Juventud y se agrupan los requerimientos en cuatro conjuntos, de manera que cada uno de estos grupos será atendido por el tipo de dispositivo arquitectónico que pueda hacerlo de la forma más competitiva, es decir, con más eficiencia. Se definen cuatro familias de dispositivos arquitectónicos, cada una de ellas asociada a formas concretas de generar acción colectiva entre diferentes actores. Cada familia es tratada por tanto como un ecosistema de dispositivos, un paisaje.
Paisaje número 1 (jaula y salones). Dispositivos que favorecen la relación presencial programada (relaciones sociales basadas en el cumplimiento de un protocolo previamente definido, como asistencia personalizada, cursos de formación o consultaría jurídica). Una jaula estructural con 3 salones apilados en vertical, con una altura libre media de 4 m., un auditorio al aire libre en la cubierta y un espacio acotado en la plaza de la Llana a nivel de calle. La jaula se construye como una estructura ligera de acero con un tratamiento superficial intumescente y se apoya en tres patas. Cuenta con dos ascensores, para dar continuidad horizontal a los interiores. Esta continuidad hace innecesaria aportar retóricas espaciales adicionales a la escalera.
Paisaje número 2 (Atmósferas 1: espacialización de los ciclos del agua). El edificio está equipado para crear un gradiente de condiciones higrométricas diversas que favorezcan la convocatoria y la promoción de acontecimientos que no pueden ser previstos. Convocatorias no humanas: La totalidad del agua de lluvia y la utilizada en los lavabos se almacenan, tras un elemental proceso de decantación de grasas y filtrado, por medio de cubetas con gelatinas hidroretentoras en un plano plegado y mullido en el límite del edificio con las construcciones colindantes, y en dos montañas artificiales fabricadas en la plaza de las Llanas. El objetivo es crear una doble topografía que estabilice durante todo el año la diversidad de condiciones de humedad en el sustrato propia de la evolución temporal, a lo largo del año, de los sustratos del campo burgalés. Se pretende que pueda, en parte, espacializarse la diversidad vegetal temporal de la región, en un espacio que servirá de invernadero y convocatoria de formas de vida hasta ahora no presentes en el casco histórico de la ciudad. El jardín plegado de la medianera, al contar con el control climático de los interiores, será una superficie de cultivo extranjera, que favorecerá el crecimiento de especies vegetales exóticas a la ciudad. El objetivo es que el Consulado Joven pueda ser un modesto conservatorio de lo vegetal y animal, que haga visible algo de la biodiversidad que el emplazamiento y sus espacios climatizados contienen, en el mismo lugar donde la juventud gana representación.
Paisaje número 3 (Atmósferas 2: posibilidades construidas con condiciones invisibles). Con el mismo objetivo que el segundo paisaje, pero enfocado a la población de jóvenes, la plaza se excava 110 cm. para crear un espacio al aire libre, pero prolongable deslizando las carpinterías de librillo en el interior del espacio climatizado en planta baja, disponible para la emergencia de acontecimientos de intensa preparación o precariamente programados. Para minimizar las necesidades de organización, se toman las siguientes decisiones:
- Calcular la solera para una sobrecarga de 2.000 kg./m2. De manera que el lugar permita casi cualquier actividad.
- Tallar su topografía para hacerla en parte útil a acontecimientos que requieran una superficie horizontal, pero dotarla también de las pendientes necesarias para que pueda ser utilizada como anfiteatro.
- Dotar al lugar de equipamientos inalámbricos abiertos (sistema de megafonía, wi-fi, servidor con software especializado y costoso).
Paisaje número 4 (Transparencias): El volumen exterior del edificio se diseña como un elemento transparente. No se trata sólo de la transparencia fenomenológica del material (vidrio impreso Master Point traslúcido, montado en carpintería de metacrilato transparente en masa con acabado hielo), sino de la noción de transparencia propia de las instituciones democráticas. Una trama de nodos distantes de leds, acompañados de una numerosa cantidad de altavoces de muy poca intensidad ocultos en el pavimento de la plaza, permiten que el edificio dé voz a la población joven de la ciudad y a los aliados con los que pactan su día a día. De esta manera el edifico se convierte en portavoz de las singularidades y acontecimientos específicos de los jóvenes y los instala, mediante la proyección de micro-vídeos recogidos en un servidor online, junto a los discursos públicos del día a día (transparencia nº1). Y junto ellos, los acontecimientos cotidianos de las comunidades con menos posibilidades para generar evidencia comunicable, pero vitales para asegurar la sostenibilidad futura, las comunidades de vegetales y animales de la comarca y del medio físico. La superficie del edificio informará y aportará evidencias del momento de la floración de amapolas o de la llegada de aves migratorias, de los niveles de contaminación en el agua o del crecimiento del territorio edificado en el término municipal (transparencia nº3). La imagen en movimiento y el sonido también informarán de las implicaciones de las actividades del consulado. Los fondos empleados en becas de viaje, la energía consumida en el mantenimiento del edificio en el último mes, de la cantidad de residuos que generó la última semana (transparencia nº3). El habitante del consulado es un ciudadano crítico que escruta y enjuicia el funcionamiento de lo público, y haciéndolo tiene acceso a la ciudadanía.
Estrategia 2. Agrupar los cuatro paisajes en un parlamento. El edificio es el encuentro de estos cuatro paisajes arquitectónicos de “lo político”. Un encuentro problemático y desincronizado. Resuelto más por la presencia simultánea de lo diverso, por representatividad, que por mecanización y optimización: un parlamento. Cada paisaje está contenido en una superficie que, plegada ocupa el lugar que permite reducir el coste de la construcción. La jaula es el soporte del paisaje número 4. El plano del suelo y la medianera del paisaje número 3. El 3 y el 4 activan la plaza de la Llana, como espacio de socialización.
Equipo:
Camilla Carli, Alejandro Martín Maté, David Segura, Alberto Rey, Lina Vergara
Consultor botánica:
Mariano Filguera
Andrés Jaque Arquitectos
El Ayuntamiento de Burgos convoca un concurso para concentrar en un edificio, localizado en la plaza de la Llana del casco histórico, los servicios públicos dirigidos a la población joven de la ciudad.
La propuesta surge de una reflexión y dos estrategias derivadas de dicha reflexión. Reflexión: Un rasgo característico del tiempo que nos toca vivir en la mayoría de los entornos occidentales es el compromiso con la transición de 1.- nociones de la acción pública basadas en “la política” (como conjunto de acciones fundacionales para la impresión en la cotidianeidad de construcciones ideológicas específicas), hacia 2.- nociones basadas en “lo político” (como conjunto de mecanismos para gestionar el antagonismo, el acontecimiento y la diferencia). Si las nociones del tipo 1 han generado en el pasado tipologías arquitectónicas tan celebradas como los clubs proletarios, los falansterios, la vivienda burguesa o las comunas hippies; en estos momentos la arquitectura se enfrenta al reto, de aportar las tipologías que respondan a las nociones del tipo 2.
Estrategia 1: equipar las formas de socialización requeridas con familias de dispositivos arquitectónicos mediadores de “lo político”. Se estudia el programa de necesidades aportado por la Concejalía de Juventud y se agrupan los requerimientos en cuatro conjuntos, de manera que cada uno de estos grupos será atendido por el tipo de dispositivo arquitectónico que pueda hacerlo de la forma más competitiva, es decir, con más eficiencia. Se definen cuatro familias de dispositivos arquitectónicos, cada una de ellas asociada a formas concretas de generar acción colectiva entre diferentes actores. Cada familia es tratada por tanto como un ecosistema de dispositivos, un paisaje.
Paisaje número 1 (jaula y salones). Dispositivos que favorecen la relación presencial programada (relaciones sociales basadas en el cumplimiento de un protocolo previamente definido, como asistencia personalizada, cursos de formación o consultaría jurídica). Una jaula estructural con 3 salones apilados en vertical, con una altura libre media de 4 m., un auditorio al aire libre en la cubierta y un espacio acotado en la plaza de la Llana a nivel de calle. La jaula se construye como una estructura ligera de acero con un tratamiento superficial intumescente y se apoya en tres patas. Cuenta con dos ascensores, para dar continuidad horizontal a los interiores. Esta continuidad hace innecesaria aportar retóricas espaciales adicionales a la escalera.
Paisaje número 2 (Atmósferas 1: espacialización de los ciclos del agua). El edificio está equipado para crear un gradiente de condiciones higrométricas diversas que favorezcan la convocatoria y la promoción de acontecimientos que no pueden ser previstos. Convocatorias no humanas: La totalidad del agua de lluvia y la utilizada en los lavabos se almacenan, tras un elemental proceso de decantación de grasas y filtrado, por medio de cubetas con gelatinas hidroretentoras en un plano plegado y mullido en el límite del edificio con las construcciones colindantes, y en dos montañas artificiales fabricadas en la plaza de las Llanas. El objetivo es crear una doble topografía que estabilice durante todo el año la diversidad de condiciones de humedad en el sustrato propia de la evolución temporal, a lo largo del año, de los sustratos del campo burgalés. Se pretende que pueda, en parte, espacializarse la diversidad vegetal temporal de la región, en un espacio que servirá de invernadero y convocatoria de formas de vida hasta ahora no presentes en el casco histórico de la ciudad. El jardín plegado de la medianera, al contar con el control climático de los interiores, será una superficie de cultivo extranjera, que favorecerá el crecimiento de especies vegetales exóticas a la ciudad. El objetivo es que el Consulado Joven pueda ser un modesto conservatorio de lo vegetal y animal, que haga visible algo de la biodiversidad que el emplazamiento y sus espacios climatizados contienen, en el mismo lugar donde la juventud gana representación.
Paisaje número 3 (Atmósferas 2: posibilidades construidas con condiciones invisibles). Con el mismo objetivo que el segundo paisaje, pero enfocado a la población de jóvenes, la plaza se excava 110 cm. para crear un espacio al aire libre, pero prolongable deslizando las carpinterías de librillo en el interior del espacio climatizado en planta baja, disponible para la emergencia de acontecimientos de intensa preparación o precariamente programados. Para minimizar las necesidades de organización, se toman las siguientes decisiones:
- Calcular la solera para una sobrecarga de 2.000 kg./m2. De manera que el lugar permita casi cualquier actividad.
- Tallar su topografía para hacerla en parte útil a acontecimientos que requieran una superficie horizontal, pero dotarla también de las pendientes necesarias para que pueda ser utilizada como anfiteatro.
- Dotar al lugar de equipamientos inalámbricos abiertos (sistema de megafonía, wi-fi, servidor con software especializado y costoso).
Paisaje número 4 (Transparencias): El volumen exterior del edificio se diseña como un elemento transparente. No se trata sólo de la transparencia fenomenológica del material (vidrio impreso Master Point traslúcido, montado en carpintería de metacrilato transparente en masa con acabado hielo), sino de la noción de transparencia propia de las instituciones democráticas. Una trama de nodos distantes de leds, acompañados de una numerosa cantidad de altavoces de muy poca intensidad ocultos en el pavimento de la plaza, permiten que el edificio dé voz a la población joven de la ciudad y a los aliados con los que pactan su día a día. De esta manera el edifico se convierte en portavoz de las singularidades y acontecimientos específicos de los jóvenes y los instala, mediante la proyección de micro-vídeos recogidos en un servidor online, junto a los discursos públicos del día a día (transparencia nº1). Y junto ellos, los acontecimientos cotidianos de las comunidades con menos posibilidades para generar evidencia comunicable, pero vitales para asegurar la sostenibilidad futura, las comunidades de vegetales y animales de la comarca y del medio físico. La superficie del edificio informará y aportará evidencias del momento de la floración de amapolas o de la llegada de aves migratorias, de los niveles de contaminación en el agua o del crecimiento del territorio edificado en el término municipal (transparencia nº3). La imagen en movimiento y el sonido también informarán de las implicaciones de las actividades del consulado. Los fondos empleados en becas de viaje, la energía consumida en el mantenimiento del edificio en el último mes, de la cantidad de residuos que generó la última semana (transparencia nº3). El habitante del consulado es un ciudadano crítico que escruta y enjuicia el funcionamiento de lo público, y haciéndolo tiene acceso a la ciudadanía.
Estrategia 2. Agrupar los cuatro paisajes en un parlamento. El edificio es el encuentro de estos cuatro paisajes arquitectónicos de “lo político”. Un encuentro problemático y desincronizado. Resuelto más por la presencia simultánea de lo diverso, por representatividad, que por mecanización y optimización: un parlamento. Cada paisaje está contenido en una superficie que, plegada ocupa el lugar que permite reducir el coste de la construcción. La jaula es el soporte del paisaje número 4. El plano del suelo y la medianera del paisaje número 3. El 3 y el 4 activan la plaza de la Llana, como espacio de socialización.
Equipo:
Camilla Carli, Alejandro Martín Maté, David Segura, Alberto Rey, Lina Vergara
Consultor botánica:
Mariano Filguera
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