Viviendas sociales en Vallecas . Madrid
Iñaqui Carnicero . fotos: © Iñaqui Carnicero
El proyecto se genera con la intención de dar respuesta a dos cuestiones fundamentales:
1.- Cumplimiento estricto de la Normativa urbanística del P.G.O.U.M. La parcela se ubica en una zona de nueva creación, en el ensanche de Vallecas, donde la ausencia de preexistencias notables, establecen un marco isótropo de carácter incierto, donde sólo prevalecen las relaciones de vecindad.
En este ámbito la normativa urbanística surge como único nexo de unión capaz de generar un contexto común. Las alineaciones, el chaflán, el retranqueo de los áticos, la altura de edificación…; hacemos de estos parámetros la imagen de nuestro edificio…; no se pretende nada más. Entendemos la normativa como un código de buena vecindad.
En el particular planteamiento del concurso en el que cuatro solistas interpretan una misma pieza, la normativa debe ser la partitura que guíe su interpretación y garantice una melodía rítmica y armoniosa.
El chaflán, habitualmente una geometría única, esclava, se convierte en nuestro proyecto en “modelo” de sección a aplicar en el volumen primero para cumplir los demás parámetros normativos, el retranqueo de tres metros en áticos, la edificabilidad… Se hace, por tanto, de la obligación, virtud, y así, múltiples chaflanes generan y caracterizan la morfología del volumen final. Interiormente dichos planos inclinados generan atractivos espacios en doble altura, que aportan a las viviendas una calidad espacial superior a los standares característicos de v.p.o.
2.- Formalización un volumen, neutro, isótropo, que permita el adosamiento a ambos lados del mismo de dos vecinos desconocidos. Los chaflanes, sus aristas y planos inclinados, así como la materialización superficial propuesta para las fachadas, pretenden generar un “telón de fondo”, idealmente informal, sin arquitectura ( sin nº de plantas reconocible, sin distinción formal de huecos por planta y uso a que sirven…), casi una roca, una geografía, un firme vertical en el que se apoyen las arquitecturas colindantes.
La fachada se resuelve con un único hueco, que situado en distintas posiciones genera un manto continuo, como un cielo de estrellas uniforme tras el cual se sitúan indiferentemente, las distintas estancias de la vivienda. Interiormente, el nº de huecos y su posición caracterizan las distintas estancias, tendedero, cuarto de estar, y dormitorios.
En el hueco-tipo, verdadero protagonista de la fachada, la ya clásica separación de usos, ventilación-iluminación, se enfatiza con la incorporación de dos tipos diferentes de vidrio, translucido y transparente, que introducen una nueva variable: el distinto grado de transparencia, que matiza la visión hacia el exterior y enriquece la luminosidad del ambiente interior.
En planta, se huye de las características soluciones de núcleo de comunicación y dos viviendas simétricas a ambos lados, o de la única orientación generada por la tipología en galería. Se propone un esquema de “racimo”, de tres viviendas por núcleo de comunicación, que optimiza el nº de estos y es consecuente con la isotropía formal del volumen en que se insertan las viviendas. Los cuartos húmedos se resuelven en una espina central longitudinal, situada asimétricamente en planta.
Arquitecto: Iñaqui Carnicero
Colaboradores: Iñaqui Carnicero, Alejandro Virseda, Ignacio Vila, Fernando Arenas y Inés Delgado.
Premio COAM 2013
Iñaqui Carnicero . fotos: © Iñaqui Carnicero
El proyecto se genera con la intención de dar respuesta a dos cuestiones fundamentales:
1.- Cumplimiento estricto de la Normativa urbanística del P.G.O.U.M. La parcela se ubica en una zona de nueva creación, en el ensanche de Vallecas, donde la ausencia de preexistencias notables, establecen un marco isótropo de carácter incierto, donde sólo prevalecen las relaciones de vecindad.
En este ámbito la normativa urbanística surge como único nexo de unión capaz de generar un contexto común. Las alineaciones, el chaflán, el retranqueo de los áticos, la altura de edificación…; hacemos de estos parámetros la imagen de nuestro edificio…; no se pretende nada más. Entendemos la normativa como un código de buena vecindad.
En el particular planteamiento del concurso en el que cuatro solistas interpretan una misma pieza, la normativa debe ser la partitura que guíe su interpretación y garantice una melodía rítmica y armoniosa.
El chaflán, habitualmente una geometría única, esclava, se convierte en nuestro proyecto en “modelo” de sección a aplicar en el volumen primero para cumplir los demás parámetros normativos, el retranqueo de tres metros en áticos, la edificabilidad… Se hace, por tanto, de la obligación, virtud, y así, múltiples chaflanes generan y caracterizan la morfología del volumen final. Interiormente dichos planos inclinados generan atractivos espacios en doble altura, que aportan a las viviendas una calidad espacial superior a los standares característicos de v.p.o.
2.- Formalización un volumen, neutro, isótropo, que permita el adosamiento a ambos lados del mismo de dos vecinos desconocidos. Los chaflanes, sus aristas y planos inclinados, así como la materialización superficial propuesta para las fachadas, pretenden generar un “telón de fondo”, idealmente informal, sin arquitectura ( sin nº de plantas reconocible, sin distinción formal de huecos por planta y uso a que sirven…), casi una roca, una geografía, un firme vertical en el que se apoyen las arquitecturas colindantes.
La fachada se resuelve con un único hueco, que situado en distintas posiciones genera un manto continuo, como un cielo de estrellas uniforme tras el cual se sitúan indiferentemente, las distintas estancias de la vivienda. Interiormente, el nº de huecos y su posición caracterizan las distintas estancias, tendedero, cuarto de estar, y dormitorios.
En el hueco-tipo, verdadero protagonista de la fachada, la ya clásica separación de usos, ventilación-iluminación, se enfatiza con la incorporación de dos tipos diferentes de vidrio, translucido y transparente, que introducen una nueva variable: el distinto grado de transparencia, que matiza la visión hacia el exterior y enriquece la luminosidad del ambiente interior.
En planta, se huye de las características soluciones de núcleo de comunicación y dos viviendas simétricas a ambos lados, o de la única orientación generada por la tipología en galería. Se propone un esquema de “racimo”, de tres viviendas por núcleo de comunicación, que optimiza el nº de estos y es consecuente con la isotropía formal del volumen en que se insertan las viviendas. Los cuartos húmedos se resuelven en una espina central longitudinal, situada asimétricamente en planta.
Arquitecto: Iñaqui Carnicero
Colaboradores: Iñaqui Carnicero, Alejandro Virseda, Ignacio Vila, Fernando Arenas y Inés Delgado.
Premio COAM 2013
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