museo de Santiago Ydáñez . Puente de Génave
origen: gracias Anne Lippmann y Noelia Baldayo
De los dos emplazamientos posibles el lugar elegido es el sector residencial la Vicaria por sus características paisajísticas y su proximidad al centro urbano. Esta colina, poblada de olivos, representa el carácter del paisaje del lugar que junto con el parque natural del fondo nos dibuja el skyline de Puente de Génave.
El objetivo de la intervención arquitectónica es hacerse eco de esta circunstancia destacando la esencia del lugar. Entendemos que las nuevas construcciones acaban en la explanada inferior y la colina debe mantener el carácter natural que hoy tiene, es por ello que planteamos el museo como una intervención paisajística que no altera el skyline del municipio.
“El elogio de la sombra” es el título de un ensayo clásico escrito en 1933 por Junichiro Tanizaki en el que nos explica que en la estética tradicional japonesa lo esencial está en captar el enigma de la sombra. Que lo bello no es una sustancia en sí sino un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de las diferentes sustancias que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra.
En esta búsqueda de la esencia del lugar y ayudados por Tanizaki establecemos como estrategia de actuación la misma que generan las escorrentías de agua en el lugar, que sobre un terreno arcilloso forman profundos surcos a su paso y sólo son visibles porque son líneas de sombra sobre superficies fuertemente iluminadas por el sol.
Por último, conscientes del excesivo soleamiento de la zona, buscamos protegernos de él, ya que, como dijo Ignacio Paricio en su libro La protección solar, “en el Mediterráneo la sombra es el lujo”.
Así pues, sensibles a la espectacular vista que se disfruta desde la parte superior de la colina sobre el parque natural y sobre el núcleo urbano, facilitamos el acceso a esta plataforma desde la cual entraremos al museo, generando un nuevo espacio público que se unirá al conjunto formado por los de la Avenida de Andalucía y los generados en la explanada inferior, pero su carácter natural y su privilegiada situación acústica, lo hará diferente de los anteriores. Será un espacio para el pueblo. En el graderío de acceso al museo se podrán producir eventos culturales al aire libre (cine, teatro,…) y la cafetería del museo, con horario independiente del mismo, dará servicio a toda la gente que quiera disfrutar de este espacio.
Dentro del museo nos encontramos dos tipos de espacios. Los espacios de exposición, anchas e introvertidas franjas iluminadas de forma indirecta, y los espacios intersticiales, estrechas franjas exteriores ajardinadas de forma temática.
Las diferencias sensoriales entre los dos tipos de espacios son patentes. Por un lado, los espacios de exposición con iluminación indirecta son tranquilos, introvertidos, cálidos, lugares que invitan a la concentración. Por otro lado, los espacios intersticiales que son exteriores con vistas al núcleo urbano, son lugares de distensión que te vuelven a ubicar en el lugar, que te orientan, lugares de relajación donde se vivirá el cambio del museo en las diferentes estaciones del año. Espacios que permiten el contacto directo con el exterior: los cambios de luz y temperatura, los olores de la vegetación, los colores, el aire, etc
Se persigue la máxima integración el lugar, es por ello que la única huella que dejará el museo en la colina serán las ranuras generadas por los espacios intersticiales. Por la misma razón, el museo se construirá con hormigón tintado del color rojizo de la tierra del lugar. Por último, el alzado no está compuesto por volúmenes sobresalientes que provocan un cambio en el skyline de la localidad, sino por franjas de sombra, tal y como lo hacen las escorrentías de agua en la colina.
APROXIMACIÓN AL MUSEO
Una nueva promenade permite al visitante acceder, bien desde la ciudad bien desde el aparcamiento, a la plataforma superior de la colina y disfrutar de sus excelentes vistas sobre el pueblo y el parque natural. Desde esta plataforma, una franja de terreno se deprime hacia el pueblo conformando un graderío que actúa como nuevo espacio público exterior, que albergará actividades culturales al aire libre, a la vez que es el acceso principal del museo. Alrededor de él se encuentra la cafetería del museo con horario independiente del mismo. Entendido como un gran vestíbulo al aire libre, será un nuevo espacio cultural para Puente de Génave.
PROGRAMA
El programa se desarrolla siguiendo el esquema de privacidad de espacios de un museo y adaptándonos a los porcentajes recomendables en cada una de sus partes. Así pues dividimos el programa en cuatro grandes áreas: ESPACIOS PÚBLICOS (11%), ESPACIOS SEMIPÚBLICOS (52%), ESPACIOS SEMIPRIVADOS (7%) y ESPACIOS PRIVADOS (30%)
Distribuimos el programa teniendo como prioridad el óptimo funcionamiento del museo. Así pues situamos los espacios públicos en la franja de acceso, alrededor misma se ubican los espacios semipúblicos (salas de exposición). Próximos a los espacios públicos pero con un acceso más controlado se ubicarán los espacios semiprivados (didácticos). Finalmente, los espacios privados (administración y logística) tendrán sus propios accesos y funcionarán independientes de la zona expositiva.
El vestíbulo funciona como rótula a través de la cual se accede de forma directa e independiente a las tres zonas de exposición del museo: la exposición permanente, la exposición temporal y el área de videoproyecciones. Desde él podremos disfrutar de la exposición didáctica que se ubica en la planta superior gracias a la doble altura de la que goza, así como acceder a la misma a través de un pequeño vestíbulo.
Distribuimos el programa de salas de exposición en diferentes franjas dándole a cada una su propio carácter y ubicando detrás de las mismas el programa de logística necesario en cada una. Así por ejemplo, detrás de la sala de exposición temporal, y ubicados a la misma cota, tenemos el taller de producción y mantenimiento y el depósito de tránsito. Detrás de las salas de exposición permanente, ubicamos el taller de restauración y el depósito de colecciones. Agrupándose pues en la parte posterior del museo el programa de logística unido por un eje transversal de servicio, que facilita el desplazamiento de material entre las distintas salas, y con acceso independiente y directo desde el exterior. Al final del eje de servicio está ubicado el centro de videovigilancia y el montacargas que conecta directamente con la zona de carga y descarga de la cota inferior (+550m).
La administración está ubicada en la planta superior de la banda anexa al vestíbulo. Se puede acceder desde el mismo, pero también dispone de acceso propio desde el exterior, asegurando así su funcionamiento independiente del museo. Goza de la proximidad de la cafetería de un espacio exterior propio con vistas sobre el núcleo urbano.
AMBIENTES INTERIORES
Santiago Ydañez trabaja en sus pinturas con el contraste entre blanco y negro. La gran parte de las mismas son rostros humanos donde la mirada muestra sentimientos muy esenciales. Comunica las emociones de las personas con un imaginario religioso. Las pinturas son místicas y cercanas a la sublimidad romántica. La mayoría de las pinturas son de gran tamaño y se necesita de un espacio de exposición grande para transmitir su esencia.
Los espacios expositivos son neutros, generados con un único material, hormigón tintado del color de la tierra del lugar. Son espacios minimalistas que no compiten con el arte que contienen. Cada sala tiene su propio carácter, es diferente de las otras en cuanto a dimensiones e iluminación. Hemos optado por dividir el espacio de exposición en varias salas para hacer más agradable la visita al espectador. Una única sala de grandes dimensiones estresa al visitante, porque desde el inicio de la visita ya es consciente de todo el recorrido que le queda por delante. En cambio, si las salas son pequeñas el impacto es menor, se vive cada una con la misma intensidad.
En el recorrido del edificio también encontramos los contrastes de luces y sombras presentes en la obra del pintor. Las salas de exposición tienen una luz indirecta y tranquila que invita a la concentración, mientras en los espacios intersticiales abiertos y cambiantes nos encontramos una luz directa y viva que invita a la distensión.
La iluminación de las salas se produce a través de lucernarios. Éstos disponen de la profundidad necesaria para captar la luz de sol haciéndola rebotar entre sus paredes hasta llegar a la sala como luz indirecta incapaz de generar sombras. En las salas nos encontramos diferentes tipos de lucernarios. Así pues, en la sala de exposición temporal nos encontramos un lucernario de gran dimensión en forma de caja que cuelga del techo. En las sala de exposición permanente 2 nos encontramos numerosos lucernarios perpendiculares a las pantallas conformados por las vigas de gran canto paralelas entre sí. Mientras en la sala de exposición permanente 3 nos encontramos un único lucernario longitudinal paralelo a la pantalla.
Todos ellos disponen de un sistema de lamas móviles en su interior capaz de oscurecer por completo la sala en caso de ser necesario.
SOLUCIÓN CONSTRUCTIVA
El sistema estructural es sencillo y de fácil ejecución. Se trata de pantallas de hormigón en el sentido longitudinal de las franjas, arriostradas por vigas de gran canto en sentido transversal capaces de generar salas de grandes luces.
Las diferentes bandas del museo son contenedores acotados únicamente por las pantallas de hormigón. Dentro de las mismas la distribución es flexible, pudiéndose variar la disposición de las salas si así se precisa en el futuro.
Disminuimos el número de materiales empleados al máximo reduciendo la textura de techo, paredes y suelo a hormigón tintado del color rojizo de la tierra del lugar. Así conseguimos el ambiente neutro de fondo propio de un museo que no pretende ser más importante que el arte que expone. Por otro lado, la durabilidad del hormigón facilita su mantenimiento y limpieza.
Las condiciones climáticas del edificio son óptimas por su condición de construcción enterrada. Así disfruta de la inercia térmica del terreno, contribuyendo a refrescar el interior en verano y mantener el calor en invierno. Además no disponemos de una fachada de exposición directa. Por todo ello el gasto en climatización será mínimo, con el consecuente ahorro energético que ello supone.
Los lugares de trabajo tienen vistas del exterior. Además disponen de zonas de descanso para el personal tanto exteriores como interiores.
Por todo ello el edificio cumple con los criterios de sostenibilidad exigibles en la época actual.
Finalmente mencionar que el proyecto satisface las exigencias de accesibilidad requeridas. Todo el recorrido expositivo del museo se produce a la misma cota (+556.20m). El acceso adaptado está garantizado por la rampa que se desarrolla paralela al graderío exterior, desde ella se accede a las distintas cotas del espacio exterior: la de la cafetería (+561.50m) y la de la plataforma superior de la colina (+565.60m)
CRÉDITOS
AUTORAS:
Noelia Baldayo – Anne Lippmann
RESULTADO:
Finalistas del concurso museo Santiago Ydañez en Puente de Génave
origen: gracias Anne Lippmann y Noelia Baldayo
De los dos emplazamientos posibles el lugar elegido es el sector residencial la Vicaria por sus características paisajísticas y su proximidad al centro urbano. Esta colina, poblada de olivos, representa el carácter del paisaje del lugar que junto con el parque natural del fondo nos dibuja el skyline de Puente de Génave.
El objetivo de la intervención arquitectónica es hacerse eco de esta circunstancia destacando la esencia del lugar. Entendemos que las nuevas construcciones acaban en la explanada inferior y la colina debe mantener el carácter natural que hoy tiene, es por ello que planteamos el museo como una intervención paisajística que no altera el skyline del municipio.
“El elogio de la sombra” es el título de un ensayo clásico escrito en 1933 por Junichiro Tanizaki en el que nos explica que en la estética tradicional japonesa lo esencial está en captar el enigma de la sombra. Que lo bello no es una sustancia en sí sino un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de las diferentes sustancias que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra.
En esta búsqueda de la esencia del lugar y ayudados por Tanizaki establecemos como estrategia de actuación la misma que generan las escorrentías de agua en el lugar, que sobre un terreno arcilloso forman profundos surcos a su paso y sólo son visibles porque son líneas de sombra sobre superficies fuertemente iluminadas por el sol.
Por último, conscientes del excesivo soleamiento de la zona, buscamos protegernos de él, ya que, como dijo Ignacio Paricio en su libro La protección solar, “en el Mediterráneo la sombra es el lujo”.
Así pues, sensibles a la espectacular vista que se disfruta desde la parte superior de la colina sobre el parque natural y sobre el núcleo urbano, facilitamos el acceso a esta plataforma desde la cual entraremos al museo, generando un nuevo espacio público que se unirá al conjunto formado por los de la Avenida de Andalucía y los generados en la explanada inferior, pero su carácter natural y su privilegiada situación acústica, lo hará diferente de los anteriores. Será un espacio para el pueblo. En el graderío de acceso al museo se podrán producir eventos culturales al aire libre (cine, teatro,…) y la cafetería del museo, con horario independiente del mismo, dará servicio a toda la gente que quiera disfrutar de este espacio.
Dentro del museo nos encontramos dos tipos de espacios. Los espacios de exposición, anchas e introvertidas franjas iluminadas de forma indirecta, y los espacios intersticiales, estrechas franjas exteriores ajardinadas de forma temática.
Las diferencias sensoriales entre los dos tipos de espacios son patentes. Por un lado, los espacios de exposición con iluminación indirecta son tranquilos, introvertidos, cálidos, lugares que invitan a la concentración. Por otro lado, los espacios intersticiales que son exteriores con vistas al núcleo urbano, son lugares de distensión que te vuelven a ubicar en el lugar, que te orientan, lugares de relajación donde se vivirá el cambio del museo en las diferentes estaciones del año. Espacios que permiten el contacto directo con el exterior: los cambios de luz y temperatura, los olores de la vegetación, los colores, el aire, etc
Se persigue la máxima integración el lugar, es por ello que la única huella que dejará el museo en la colina serán las ranuras generadas por los espacios intersticiales. Por la misma razón, el museo se construirá con hormigón tintado del color rojizo de la tierra del lugar. Por último, el alzado no está compuesto por volúmenes sobresalientes que provocan un cambio en el skyline de la localidad, sino por franjas de sombra, tal y como lo hacen las escorrentías de agua en la colina.
APROXIMACIÓN AL MUSEO
Una nueva promenade permite al visitante acceder, bien desde la ciudad bien desde el aparcamiento, a la plataforma superior de la colina y disfrutar de sus excelentes vistas sobre el pueblo y el parque natural. Desde esta plataforma, una franja de terreno se deprime hacia el pueblo conformando un graderío que actúa como nuevo espacio público exterior, que albergará actividades culturales al aire libre, a la vez que es el acceso principal del museo. Alrededor de él se encuentra la cafetería del museo con horario independiente del mismo. Entendido como un gran vestíbulo al aire libre, será un nuevo espacio cultural para Puente de Génave.
PROGRAMA
El programa se desarrolla siguiendo el esquema de privacidad de espacios de un museo y adaptándonos a los porcentajes recomendables en cada una de sus partes. Así pues dividimos el programa en cuatro grandes áreas: ESPACIOS PÚBLICOS (11%), ESPACIOS SEMIPÚBLICOS (52%), ESPACIOS SEMIPRIVADOS (7%) y ESPACIOS PRIVADOS (30%)
Distribuimos el programa teniendo como prioridad el óptimo funcionamiento del museo. Así pues situamos los espacios públicos en la franja de acceso, alrededor misma se ubican los espacios semipúblicos (salas de exposición). Próximos a los espacios públicos pero con un acceso más controlado se ubicarán los espacios semiprivados (didácticos). Finalmente, los espacios privados (administración y logística) tendrán sus propios accesos y funcionarán independientes de la zona expositiva.
El vestíbulo funciona como rótula a través de la cual se accede de forma directa e independiente a las tres zonas de exposición del museo: la exposición permanente, la exposición temporal y el área de videoproyecciones. Desde él podremos disfrutar de la exposición didáctica que se ubica en la planta superior gracias a la doble altura de la que goza, así como acceder a la misma a través de un pequeño vestíbulo.
Distribuimos el programa de salas de exposición en diferentes franjas dándole a cada una su propio carácter y ubicando detrás de las mismas el programa de logística necesario en cada una. Así por ejemplo, detrás de la sala de exposición temporal, y ubicados a la misma cota, tenemos el taller de producción y mantenimiento y el depósito de tránsito. Detrás de las salas de exposición permanente, ubicamos el taller de restauración y el depósito de colecciones. Agrupándose pues en la parte posterior del museo el programa de logística unido por un eje transversal de servicio, que facilita el desplazamiento de material entre las distintas salas, y con acceso independiente y directo desde el exterior. Al final del eje de servicio está ubicado el centro de videovigilancia y el montacargas que conecta directamente con la zona de carga y descarga de la cota inferior (+550m).
La administración está ubicada en la planta superior de la banda anexa al vestíbulo. Se puede acceder desde el mismo, pero también dispone de acceso propio desde el exterior, asegurando así su funcionamiento independiente del museo. Goza de la proximidad de la cafetería de un espacio exterior propio con vistas sobre el núcleo urbano.
AMBIENTES INTERIORES
Santiago Ydañez trabaja en sus pinturas con el contraste entre blanco y negro. La gran parte de las mismas son rostros humanos donde la mirada muestra sentimientos muy esenciales. Comunica las emociones de las personas con un imaginario religioso. Las pinturas son místicas y cercanas a la sublimidad romántica. La mayoría de las pinturas son de gran tamaño y se necesita de un espacio de exposición grande para transmitir su esencia.
Los espacios expositivos son neutros, generados con un único material, hormigón tintado del color de la tierra del lugar. Son espacios minimalistas que no compiten con el arte que contienen. Cada sala tiene su propio carácter, es diferente de las otras en cuanto a dimensiones e iluminación. Hemos optado por dividir el espacio de exposición en varias salas para hacer más agradable la visita al espectador. Una única sala de grandes dimensiones estresa al visitante, porque desde el inicio de la visita ya es consciente de todo el recorrido que le queda por delante. En cambio, si las salas son pequeñas el impacto es menor, se vive cada una con la misma intensidad.
En el recorrido del edificio también encontramos los contrastes de luces y sombras presentes en la obra del pintor. Las salas de exposición tienen una luz indirecta y tranquila que invita a la concentración, mientras en los espacios intersticiales abiertos y cambiantes nos encontramos una luz directa y viva que invita a la distensión.
La iluminación de las salas se produce a través de lucernarios. Éstos disponen de la profundidad necesaria para captar la luz de sol haciéndola rebotar entre sus paredes hasta llegar a la sala como luz indirecta incapaz de generar sombras. En las salas nos encontramos diferentes tipos de lucernarios. Así pues, en la sala de exposición temporal nos encontramos un lucernario de gran dimensión en forma de caja que cuelga del techo. En las sala de exposición permanente 2 nos encontramos numerosos lucernarios perpendiculares a las pantallas conformados por las vigas de gran canto paralelas entre sí. Mientras en la sala de exposición permanente 3 nos encontramos un único lucernario longitudinal paralelo a la pantalla.
Todos ellos disponen de un sistema de lamas móviles en su interior capaz de oscurecer por completo la sala en caso de ser necesario.
SOLUCIÓN CONSTRUCTIVA
El sistema estructural es sencillo y de fácil ejecución. Se trata de pantallas de hormigón en el sentido longitudinal de las franjas, arriostradas por vigas de gran canto en sentido transversal capaces de generar salas de grandes luces.
Las diferentes bandas del museo son contenedores acotados únicamente por las pantallas de hormigón. Dentro de las mismas la distribución es flexible, pudiéndose variar la disposición de las salas si así se precisa en el futuro.
Disminuimos el número de materiales empleados al máximo reduciendo la textura de techo, paredes y suelo a hormigón tintado del color rojizo de la tierra del lugar. Así conseguimos el ambiente neutro de fondo propio de un museo que no pretende ser más importante que el arte que expone. Por otro lado, la durabilidad del hormigón facilita su mantenimiento y limpieza.
Las condiciones climáticas del edificio son óptimas por su condición de construcción enterrada. Así disfruta de la inercia térmica del terreno, contribuyendo a refrescar el interior en verano y mantener el calor en invierno. Además no disponemos de una fachada de exposición directa. Por todo ello el gasto en climatización será mínimo, con el consecuente ahorro energético que ello supone.
Los lugares de trabajo tienen vistas del exterior. Además disponen de zonas de descanso para el personal tanto exteriores como interiores.
Por todo ello el edificio cumple con los criterios de sostenibilidad exigibles en la época actual.
Finalmente mencionar que el proyecto satisface las exigencias de accesibilidad requeridas. Todo el recorrido expositivo del museo se produce a la misma cota (+556.20m). El acceso adaptado está garantizado por la rampa que se desarrolla paralela al graderío exterior, desde ella se accede a las distintas cotas del espacio exterior: la de la cafetería (+561.50m) y la de la plataforma superior de la colina (+565.60m)
CRÉDITOS
AUTORAS:
Noelia Baldayo – Anne Lippmann
RESULTADO:
Finalistas del concurso museo Santiago Ydañez en Puente de Génave
0 comentarios :
Publicar un comentario