Rehabilitación de vivienda entre medianeras. Pamplona
Alfonso Alzugaray . Carlos Urzainqui . fotos: Luis Prieto
Con este proyecto, recupera su uso original, un edificio abandonado entre medianeras en el casco histórico de Pamplona. Se trata de un proceso que pretende conciliar las difíciles condiciones geométricas de una trama urbana medieval muy compacta, con las más elementales condiciones de habitabilidad, hoy exigibles, sin alterar las características esenciales que definen el tejido urbano.
Las dimensiones, una longitud entorno a 20 metros y una anchura de 2,20, verdaderamente complicadas para posibilitar el cumplimiento de la estricta normativa de habitabilidad, se convertían en el primer atractivo de la propuesta. Aunque en este tipo de casos se suele recurrir a la agregación de parcelas para obtener dimensiones cómodamente habitables, por una serie de complicaciones administrativas, los propietarios debieron indagar en las posibilidades de llevar adelante el proceso sin contar con las edificaciones colindantes.
El proyecto obtuvo licencia de obras inicialmente, con una solución que distribuía dos viviendas contrapeadas gracias a dos tramos de escalera cruzados, pero durante el proceso de sustitución de los forjados, se hicieron visibles unas vistas cruzadas y transparencias de calle a calle muy atractivas que nos inclinaron a técnicos y propietario, a trabajar sobre una única vivienda en cinco niveles. Como es fácil intuir, la única distribución factible la daba una posición centrada de la escalera que permitiera dependencias a cada lado, con iluminación y ventilación a cada una de las dos fachadas.
La intervención planteada quiere poner en valor, y en definitiva basar su imagen, en los elementos constructivos más característicos que definían el edificio: los medianiles de ladrillo, que ocultos tras gruesas capas de yeso, fueron recuperados, limpios y rejuntados con mortero de cal, en aquellos lienzos que presentaban buen estado de conservación.
El proyecto buscó que la potencia expresiva de este material rugoso y desigual, se pusiera de manifiesto frente a la ligereza y tersura de las nuevas aportaciones materiales, en su mayoría superficies lisas pintadas en blanco y piezas metálicas igualmente pintadas y alguna superficie de vidrio. Igualmente, la iluminación busca apoyar estos efectos: así, la luz rasante acentúa la expresividad del ladrillo existente mientras los puntos de luz, siempre ocultos entre la nueva estructura de madera, arrojan luz sobre las superficies blancas cuidando que ninguna luminaria cuelgue por debajo de la estructura.
La escalera, una pasarela con pavimento de vidrio, que permite una buena iluminación de la parte central en toda su altura, y un pequeño ascensor doméstico, forman el corazón del edificio y resuelven el programa sin apenas tabiquería fija y sólo con la versatilidad que algunos armarios giratorios facilitan en el uso ciertos espacios.
La simplicidad de la solución, pone de manifiesto el valor dado a lo preexistente sobre los elementos añadidos, pudiéndose disfrutar de esta manera, de la claridad de un volumen definido por sus potentes medianiles de ladrillo visto.
En el exterior, construimos una nueva fachada en la calle Nueva, que es el reflejo de la sección longitudinal: una acusada hendidura accesible desde el interior y protegida por una defensa metálica que dibuja una leve sinusoide ascendente pretendiendo acentuar la proporción del hueco. La fachada a la calle opuesta se conserva por estar catalogada en la normativa municipal.
REHABILITACIÓN DE UN EDIFICIO ENTRE MEDIANERAS
1ª mención Premio Hispalyt 2011
Seleccionado FAD 2013
Seleccionado XII BEAU 2013
FICHA TÉCNICA
Localización: Calle Nueva 15. Pamplona
Superficie construida: 188 m2
Proyecto y construcción: 2007-2012
Promotor: Privado
Constructor: Construcciones COMAL
Arquitectos: Alfonso Alzugaray
Carlos Urzainqui
Arq. Colaborador: Leire Leoz
Aparejador: Pedro Legarreta Nuin
Estructuras: FS estructuras
Fotografía: Luis Prieto
Alfonso Alzugaray . Carlos Urzainqui . fotos: Luis Prieto
Con este proyecto, recupera su uso original, un edificio abandonado entre medianeras en el casco histórico de Pamplona. Se trata de un proceso que pretende conciliar las difíciles condiciones geométricas de una trama urbana medieval muy compacta, con las más elementales condiciones de habitabilidad, hoy exigibles, sin alterar las características esenciales que definen el tejido urbano.
Las dimensiones, una longitud entorno a 20 metros y una anchura de 2,20, verdaderamente complicadas para posibilitar el cumplimiento de la estricta normativa de habitabilidad, se convertían en el primer atractivo de la propuesta. Aunque en este tipo de casos se suele recurrir a la agregación de parcelas para obtener dimensiones cómodamente habitables, por una serie de complicaciones administrativas, los propietarios debieron indagar en las posibilidades de llevar adelante el proceso sin contar con las edificaciones colindantes.
El proyecto obtuvo licencia de obras inicialmente, con una solución que distribuía dos viviendas contrapeadas gracias a dos tramos de escalera cruzados, pero durante el proceso de sustitución de los forjados, se hicieron visibles unas vistas cruzadas y transparencias de calle a calle muy atractivas que nos inclinaron a técnicos y propietario, a trabajar sobre una única vivienda en cinco niveles. Como es fácil intuir, la única distribución factible la daba una posición centrada de la escalera que permitiera dependencias a cada lado, con iluminación y ventilación a cada una de las dos fachadas.
La intervención planteada quiere poner en valor, y en definitiva basar su imagen, en los elementos constructivos más característicos que definían el edificio: los medianiles de ladrillo, que ocultos tras gruesas capas de yeso, fueron recuperados, limpios y rejuntados con mortero de cal, en aquellos lienzos que presentaban buen estado de conservación.
El proyecto buscó que la potencia expresiva de este material rugoso y desigual, se pusiera de manifiesto frente a la ligereza y tersura de las nuevas aportaciones materiales, en su mayoría superficies lisas pintadas en blanco y piezas metálicas igualmente pintadas y alguna superficie de vidrio. Igualmente, la iluminación busca apoyar estos efectos: así, la luz rasante acentúa la expresividad del ladrillo existente mientras los puntos de luz, siempre ocultos entre la nueva estructura de madera, arrojan luz sobre las superficies blancas cuidando que ninguna luminaria cuelgue por debajo de la estructura.
La escalera, una pasarela con pavimento de vidrio, que permite una buena iluminación de la parte central en toda su altura, y un pequeño ascensor doméstico, forman el corazón del edificio y resuelven el programa sin apenas tabiquería fija y sólo con la versatilidad que algunos armarios giratorios facilitan en el uso ciertos espacios.
La simplicidad de la solución, pone de manifiesto el valor dado a lo preexistente sobre los elementos añadidos, pudiéndose disfrutar de esta manera, de la claridad de un volumen definido por sus potentes medianiles de ladrillo visto.
En el exterior, construimos una nueva fachada en la calle Nueva, que es el reflejo de la sección longitudinal: una acusada hendidura accesible desde el interior y protegida por una defensa metálica que dibuja una leve sinusoide ascendente pretendiendo acentuar la proporción del hueco. La fachada a la calle opuesta se conserva por estar catalogada en la normativa municipal.
REHABILITACIÓN DE UN EDIFICIO ENTRE MEDIANERAS
1ª mención Premio Hispalyt 2011
Seleccionado FAD 2013
Seleccionado XII BEAU 2013
FICHA TÉCNICA
Localización: Calle Nueva 15. Pamplona
Superficie construida: 188 m2
Proyecto y construcción: 2007-2012
Promotor: Privado
Constructor: Construcciones COMAL
Arquitectos: Alfonso Alzugaray
Carlos Urzainqui
Arq. Colaborador: Leire Leoz
Aparejador: Pedro Legarreta Nuin
Estructuras: FS estructuras
Fotografía: Luis Prieto
1 comentarios :
Buen proyecto, "cuando sólo haya una única solución estaremos más cerca de la verdad" Don Alejandro de la Sota
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