Irene del Valle

Segunda piel


PFC . graffesia

Una segunda piel, que, sobre una superficie degradada, se adapta y regenera a la misma. Una gran cubierta continua de carácter sinusoidal, transitable, se apoya sobre el terreno fundiéndose con él, y aprovecha la diferencia de cota de la parcela con la calle para albergar bajo su protección usos de tipo social, cultural y productivo, sirviendo de comunicación entre barrios.















En un área de plena actividad económica y social la atención se centra en una parcela estratégica, de gran tamaño, atravesada por el cauce de un torrente urbano. En ella se encontraban las instalaciones de un velódromo y un canódromo, de los que aún pueden verse huellas y restos.
La parcela se halla cerrada, abandonada, desaprovechada al uso de la ciudad, en proceso de degradación y dividiendo fuertemente dos partes de la urbe.
Los objetivos fueron por tanto la recuperación de los espacios degradados, la regeneración urbana, la conexión de los barrios. Desdibujar los límites mediante la apertura de los mismos, dotar de uso, y realizar una intervención que mejorara la calidad de vida de los vecinos, un centro de catalización social y encuentro.
El proyecto es pues, una segunda piel que crece de manera orgánica sobre un terreno degradado para recuperar su uso, y proteger y comunicar a nivel sensorial y programático varios vecindarios. Una segunda oportunidad a una superficie abandonada. La referencias en la naturaleza son varias, una telaraña entre dos esquinas o la vegetación sobre las ruinas. A la solución estructural nos invita el mar: se proyecta una cubierta, ligera, que ondea sinusoidalmente para apoyar o volar sobre el terreno a través del flujo de los usos, como una mantarraya ondula a través del agua.
La cubierta aprovecha el desnivel del terreno para su desarrollo, en un movimiento integrador con su entorno; asoma 3 metros sobre el nivel de calle, siendo su altura máxima de 7m.
En la parcela y bajo la piel se procura un parque con zonas levemente diferenciadas: una de mayor divagación y esplayamiento, con guiños a la huella del canódromo, con espacio para descanso, picnic, pequeños recitales, aspersores, etc; y otra de carácter más interactivo y determinante, aprovechando algunas de las infraestructuras existentes, para reuniones vecinales, talleres, mercados, etc.
La ligereza de la piel viene dada por el sistema de construcción: su estructura de gridshell, de listones de pino amarillo del sur, que se cubre o descubre según el recorrido de la pasarela superior y en la que se instalan jardineras colgantes con trepadoras que enriquecen y conquistan la cubierta.
DISEÑO
El proceso de diseño pasa por la generación de la forma en planta y alzado de la piel en función de las preexistencias, la diferencia de cota, los flujos desde los accesos previstos y de los parámetros de la parcela, que a su vez establecen la distribución de usos que van a programarse: esto es si son dinámicos o estáticos, precisan o no de espacio ampliable, protección, soleamineto, instalaciones... En función de ello la piel ondula, apoya, se abre y se define.
El gridshell no se comporta exactamente como una cáscara, si no que en lugar de una capa continua, hay una transferencia de todo el material hacia los bordes. Se basa en el uso de listones continuos unidos en sus intersecciones. Desde una estera plana inicial de listones de madera, la estructura obtiene la forma doblando los listones y deformando los cuadriláteros hacia formas rómbicas. Después de adquirir la forma, los nodos se aprietan.
La generación de la superficie sinusoidal se dimensiona parametrizando una suave ondulación en los ejes “x” e “y”, así como la altura máxima, de manera que se generen suficientes apoyos sobre el terreno y suficientes espacios para albergar diferentes usos que se adaptan a la escala humana gracias a la repetición de vanos. A su vez, se procura que el dibujo de la curva y la superficie sinusoidal se coordinen.


0 comentarios :

Publicar un comentario