Telegrama, no tuit
Sólo con la edad aprendemos las coartadas que nos permiten disimular –ocultar- ante los demás las heridas que nos avergüenzan. Justo cuando ya las hemos superado, es decir, cuando ha dejado de importarnos que los demás las adviertan.
Carlos Cachón
Carlos Cachón
0 comentarios :
Publicar un comentario