ncca Nuevo Centro de Arte Contemporáneo . Moscú
Miguel Ubarrechena . Nexo arquitectura
Nuestra propuesta para el Nuevo Centro Nacional de Arte Contemporáneo, propone una infraestructura que permite crear las condiciones básicas de un intercambio activo entre la propia infraestructura flexible, el contexto exterior y los artistas, programadores y visitantes, difuminando los límites entre ellos y otorgándoles el protagonismo activo. Es decir, no tanto un "contenedor" autónomo e impermeable sino una "infraestructura" conectada y permeable a diferentes "inputs".
APP CUBE INTERCAMBIO
De la misma manera en que se ha producido en el arte contemporáneo, borramos los límites. En este caso entre las funciones del programa, entre interior-exterior, etc. No en un acto de indefinición sino como generador de múltiples posibilidades. Todo espacio es susceptible de contener las exposiciones temporales, la mediateca, el vestíbulo, las exposiciones permanentes... según las necesidades. El centro puede aumentar o disminuir en superficie según se precise sin esperar a costosas y largas ampliaciones. Podría situarse en cualquier solar, incluido el propuesto, ya que siempre reactivará activamente el contexto. Está formada por la suma de un sistema prefabricado de cubos, por lo que cualquiera de ellos puede trasladarse a otros lugares configurando un nuevo tipo de exposición temporal.
Nos podemos imaginar estos "cubos temporales" en el atrium central del Museo Guggenheim en New York, en el Museo Hermitage en San Petersburgo, en la sala de turbinas de la Tate Gallery en Londres de tal modo que se convierte en un nuevo símbolo identificable del Centro Cultural.
Cualquier ciudadano de cualquier lugar del mundo, cuando observe dichos cubos, sabrá que se trata de una exposición del Nuevo Centro Nacional de Arte Contemporáneo. Esto abre las puertas a un nuevo tipo de relación con el público que puede incluir nuevo tipo de "merchandising". Nos podemos imaginar pequeños cubos con réplicas a escala de obras artísticas en su interior en las manos de todos los visitantes al salir del Centro Nacional de Arte Contemporáneo.
Y nos podemos imaginar una infraestructura que en reacción:
al frio, la parte inferior de la estructura exterior trasmita un calor confortable,
al calor, que proyecte agua nebulizada mediante un sistema de aspersores,
a la lluvia, que la acumule para aplacar el calor o regar los diferentes jardines,
al sol, que aproveche su energía para los diversos sitemas que lo requieren,
a la nieve, que conforme un marco difuso al insuflar aire para mover los copos,
al viento, que produzca movimientos sutiles controlados en la piel exterior textil,
a la polución, la minimice mediante sistemas de bajo consumo energético,
al ruido, que lo transforme en imágenes que ayuden a plasmar el problema,
al flujo de datos, interaccione con el sistema de led dispuesto por las fachadas,
al movimiento de los visitantes, active los leds mostrando dicho movimiento,
a la densidad de ocupación, que la muestre mediante dicho sistema visual,
a los "curators", refleje sus inquietudes permitiendo diversas exposiciones,
a los artistas, los inspier poniendo a su disposición todas las infraestructuras,
a las obras artísticas, las fachadas se hagan transparentes, traslúcidas, opacas.
Autores
Miguel Ubarrechena
Nexo arquitectura
Miguel Ubarrechena . Nexo arquitectura
Nuestra propuesta para el Nuevo Centro Nacional de Arte Contemporáneo, propone una infraestructura que permite crear las condiciones básicas de un intercambio activo entre la propia infraestructura flexible, el contexto exterior y los artistas, programadores y visitantes, difuminando los límites entre ellos y otorgándoles el protagonismo activo. Es decir, no tanto un "contenedor" autónomo e impermeable sino una "infraestructura" conectada y permeable a diferentes "inputs".
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De la misma manera en que se ha producido en el arte contemporáneo, borramos los límites. En este caso entre las funciones del programa, entre interior-exterior, etc. No en un acto de indefinición sino como generador de múltiples posibilidades. Todo espacio es susceptible de contener las exposiciones temporales, la mediateca, el vestíbulo, las exposiciones permanentes... según las necesidades. El centro puede aumentar o disminuir en superficie según se precise sin esperar a costosas y largas ampliaciones. Podría situarse en cualquier solar, incluido el propuesto, ya que siempre reactivará activamente el contexto. Está formada por la suma de un sistema prefabricado de cubos, por lo que cualquiera de ellos puede trasladarse a otros lugares configurando un nuevo tipo de exposición temporal.
Nos podemos imaginar estos "cubos temporales" en el atrium central del Museo Guggenheim en New York, en el Museo Hermitage en San Petersburgo, en la sala de turbinas de la Tate Gallery en Londres de tal modo que se convierte en un nuevo símbolo identificable del Centro Cultural.
Cualquier ciudadano de cualquier lugar del mundo, cuando observe dichos cubos, sabrá que se trata de una exposición del Nuevo Centro Nacional de Arte Contemporáneo. Esto abre las puertas a un nuevo tipo de relación con el público que puede incluir nuevo tipo de "merchandising". Nos podemos imaginar pequeños cubos con réplicas a escala de obras artísticas en su interior en las manos de todos los visitantes al salir del Centro Nacional de Arte Contemporáneo.
Y nos podemos imaginar una infraestructura que en reacción:
al frio, la parte inferior de la estructura exterior trasmita un calor confortable,
al calor, que proyecte agua nebulizada mediante un sistema de aspersores,
a la lluvia, que la acumule para aplacar el calor o regar los diferentes jardines,
al sol, que aproveche su energía para los diversos sitemas que lo requieren,
a la nieve, que conforme un marco difuso al insuflar aire para mover los copos,
al viento, que produzca movimientos sutiles controlados en la piel exterior textil,
a la polución, la minimice mediante sistemas de bajo consumo energético,
al ruido, que lo transforme en imágenes que ayuden a plasmar el problema,
al flujo de datos, interaccione con el sistema de led dispuesto por las fachadas,
al movimiento de los visitantes, active los leds mostrando dicho movimiento,
a la densidad de ocupación, que la muestre mediante dicho sistema visual,
a los "curators", refleje sus inquietudes permitiendo diversas exposiciones,
a los artistas, los inspier poniendo a su disposición todas las infraestructuras,
a las obras artísticas, las fachadas se hagan transparentes, traslúcidas, opacas.
Autores
Miguel Ubarrechena
Nexo arquitectura
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