Centro de Acogida e Interpretación del Desfiladero de Almadenes . Cieza
ad-hoc > arquitecturas + territorio . + PdAdlRdM
Una vez ganado el concurso (2006) resultó que la propuesta no nos convencía a nosotros mismos, era aquél un objeto arquitectónico probablemente hermoso incluso pero insuficientemente sensible a su contexto, un entorno muy frágil y saturado de valores medioambientales. Vaya por delante que en cualquiera de los casos nuestra actuación no significaría variación alguna de esos valores, en tanto que constituiría la sustitución estricta de una actuación constructiva anterior que había alcanzado la ruina completa, pero lo que viniera a sustituirla queríamos que fuera extremadamente delicado con relación a su medio.
Desarrollamos un nuevo proyecto y la obra entera durante años sin terminar de saber ponerle palabras hasta hace bien poco. Hasta que precisamos lo que rechazábamos: no queríamos que el eje, la referencia o el protagonista fuera el visitante. Lo que nos proponíamos desarrollar era una arquitectura que trasladara la relevancia a lo natural, a lo geográfico y sus múltiples agentes, donde el visitante sería un actor más, o un explorador, en la medida de lo posible, emocionado.
Así, los espacios funcionales se dispersan y el deambular se construye en una intemperie geológica que cubrimos ligeramente con un verde trepador que pronto debe desarrollarse. También pudimos extender el supuesto hasta el amueblamiento, aunque no lo conseguimos con el equipamiento interpretativo (una decepción todavía no superada).
Hasta aquí un porcentaje de la intervención, el otro corresponde al esfuerzo de que aun sea el primer edificio público con energía cero de España. Aunque ya en 2009 el Parlamento Europeo acordó que todos los inmuebles construidos a partir de 2019 deberán producir la misma cantidad de energía que consumen mediante la dotación de sistemas energéticos basados en las energías renovables, así como en el aumento de la propia eficiencia energética de los mismos, la realidad es que no se termina de avanzar lo suficientemente para alcanzar este objetivo. La energía consumida por los edificios todavía representa a día de hoy el 40% del total de la demanda.
Pero Almadenes incorpora los sistemas energéticos precisos de cuya combinación, en un año típico, debe resultar un balance cero. Y también dispone de los recursos necesarios para una gestión integral del agua.
ad-hoc > arquitecturas + territorio
Juan Antonio Sánchez Morales, Miguel Mesa del Castillo Clavel, Riccardo Crespi, Laura Ortín, Joaquín Contreras arquitectos
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Una vez ganado el concurso (2006) resultó que la propuesta no nos convencía a nosotros mismos, era aquél un objeto arquitectónico probablemente hermoso incluso pero insuficientemente sensible a su contexto, un entorno muy frágil y saturado de valores medioambientales. Vaya por delante que en cualquiera de los casos nuestra actuación no significaría variación alguna de esos valores, en tanto que constituiría la sustitución estricta de una actuación constructiva anterior que había alcanzado la ruina completa, pero lo que viniera a sustituirla queríamos que fuera extremadamente delicado con relación a su medio.
Desarrollamos un nuevo proyecto y la obra entera durante años sin terminar de saber ponerle palabras hasta hace bien poco. Hasta que precisamos lo que rechazábamos: no queríamos que el eje, la referencia o el protagonista fuera el visitante. Lo que nos proponíamos desarrollar era una arquitectura que trasladara la relevancia a lo natural, a lo geográfico y sus múltiples agentes, donde el visitante sería un actor más, o un explorador, en la medida de lo posible, emocionado.
Así, los espacios funcionales se dispersan y el deambular se construye en una intemperie geológica que cubrimos ligeramente con un verde trepador que pronto debe desarrollarse. También pudimos extender el supuesto hasta el amueblamiento, aunque no lo conseguimos con el equipamiento interpretativo (una decepción todavía no superada).
Hasta aquí un porcentaje de la intervención, el otro corresponde al esfuerzo de que aun sea el primer edificio público con energía cero de España. Aunque ya en 2009 el Parlamento Europeo acordó que todos los inmuebles construidos a partir de 2019 deberán producir la misma cantidad de energía que consumen mediante la dotación de sistemas energéticos basados en las energías renovables, así como en el aumento de la propia eficiencia energética de los mismos, la realidad es que no se termina de avanzar lo suficientemente para alcanzar este objetivo. La energía consumida por los edificios todavía representa a día de hoy el 40% del total de la demanda.
Pero Almadenes incorpora los sistemas energéticos precisos de cuya combinación, en un año típico, debe resultar un balance cero. Y también dispone de los recursos necesarios para una gestión integral del agua.
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Juan Antonio Sánchez Morales, Miguel Mesa del Castillo Clavel, Riccardo Crespi, Laura Ortín, Joaquín Contreras arquitectos
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