Kiosk m.poli . Madrid
origen: Brut Deluxe . más: archdaily . fotos: miguel de guzman
El kiosco está ideado para mercadillos y ferias temporales. No será un objeto aislado en la configuración urbana sino que formará un conjunto creando un pequeño pueblo insertado en la ciudad, un pequeño mundo aparte. El diseño está inspirado en imagenes arquetípicas: pueblo, casa, chimenea... Cerrado, el kiosco es un volumen con una cubierta a dos aguas, una casa en su mínima expresión. La escala y configuración son tan reducidas que parece de juguete, una “casa de monopoli“.
Al abrirse, el kiosco se transforma. Una parte del frente se eleva por encima de la cubierta y el kiosco adquiere una proporción mucho más vertical y llamativa: una casa con una potente chimenea. La chimenea funciona como panel publicitario retroiluminada por la noche. Con esta transformación, cada kiosko desvela su interior, una casa llena de sorpresas, cada una distinta y de colores variados.
El exterior es de acero cortén con un dibujo floral estampado. En series futuras de fabricación se proponen otros acabados exteriores como madera o vidrio sin alterar la configuración principal del kiosco.
La segunda serie de producción ha sido realizado con acabados en acero inox mate, acero inox pulido tipo espejo y en acero lacado de color negro.
En diciembre de 2006, el Ayuntamiento de Madrid ha instalado 100 unidades en tres mercadillos de artesanía. Los kioscos se reutilizarán en todo tipo de férias en la ciudad en los próximos años.
El kiosco está ideado para mercadillos y ferias temporales. No será un objeto aislado en la configuración urbana sino que formará un conjunto creando un pequeño pueblo insertado en la ciudad, un pequeño mundo aparte. El diseño está inspirado en imagenes arquetípicas: pueblo, casa, chimenea... Cerrado, el kiosco es un volumen con una cubierta a dos aguas, una casa en su mínima expresión. La escala y configuración son tan reducidas que parece de juguete, una “casa de monopoli“.
Al abrirse, el kiosco se transforma. Una parte del frente se eleva por encima de la cubierta y el kiosco adquiere una proporción mucho más vertical y llamativa: una casa con una potente chimenea. La chimenea funciona como panel publicitario retroiluminada por la noche. Con esta transformación, cada kiosko desvela su interior, una casa llena de sorpresas, cada una distinta y de colores variados.
El exterior es de acero cortén con un dibujo floral estampado. En series futuras de fabricación se proponen otros acabados exteriores como madera o vidrio sin alterar la configuración principal del kiosco.
La segunda serie de producción ha sido realizado con acabados en acero inox mate, acero inox pulido tipo espejo y en acero lacado de color negro.
En diciembre de 2006, el Ayuntamiento de Madrid ha instalado 100 unidades en tres mercadillos de artesanía. Los kioscos se reutilizarán en todo tipo de férias en la ciudad en los próximos años.
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