Centro del Neandertal . Piloña
origen: gracias a Pablo Gallego Picard
Se nos habla de karst, sedimentaciones y estratos, de lugares de gran atractivo espacial como cuevas, grietas y bosques frondosos; espacios ocultos, oscuros, de topografía compleja, donde la gravedad y la luz se cuestionan. Se nos da, sin embargo, un lugar amplio y generoso, en el suave Valle de Piloña con vistas de gran amplitud hacia la cordillera del Sueve, el pico Ordiyón y las inmediaciones de la misma cueva del Sidrón al Noroeste.
Se nos pide un edificio claro y rotundo pero a la vez un contendor de múltiples funciones; un edificio accesible pero con diferentes niveles de privacidad; un complejo de usos flexibles pero de comportamiento ambiental eficiente; un espacio expositivo permanente, claramente predefinido en sus recorridos, pero modificable en sus planteamientos. Se nos da, en fin, una parcela edificable poligonal con una forma triangular característica.
Asumimos las ambivalencias propuestas para, aprovechando la característica forma de la parcela y las exigencias programáticas, crear el espacio expositivo mas eficiente posible: un contenedor rectangular de16m de ancho x 63m de largo y 10m de alto situado en la dirección del valle, Este-Oeste. Levantamos la caja expositiva del suelo, 5 metros, por seguridad y control ambiental –rio próximo- a la vez que expresamos claramente su carácter de contenedor -cofre de un museo con colección-. Debajo surge un espacio de recogimiento hacia las vistas del Norte entre la Cafetería, Tienda y el Acceso Principal a la colección permanente ofreciendo la flexibilidad requerida en la sala de exposicion permanentes asi como la variabilidad espacial requerida en el resto de funciones mas públicas.
Con la voluntad de situarnos en el lugar, el área de acogida en planta baja, se organiza en la dirección del valle, Este-Oeste, esto nos permite que funcione como una calle interior, vertebradota de todas las circulaciones públicas del centro, clara continuación del eje visual del valle.
Los dos triángulos sobrantes de la parcela, albergarán el resto de las funciones del Centro, por un lado los Talleres y la Administración y por el otro al Sur, la Sala de Exposiciones Temporales, el Salón de Actos y los Talleres. Estos se amplían o retraen con una tabiquería móvil según sus necesidades, ofreciendo el resto de su espacio al Área de Acogida.
Ante referencias lumínicas tan sugerentes como los espacios de entre luz de las cuevas y grietas kársticas y pensando en estos entornos como los lugares que siempre han acompañado al hombres de Neandertal en esta región, las cubiertas triangulares redundan en la idea, al elevarse desde sus vértices para cubrir la base del cofre expositivo, grietas de luz que invitan a entrar al visitante y que nos acompañan desde el interior en los espacios de máxima convivencia y de noche desde el exterior mostrando la propia actividad del centro. Inestabilidad lumínica donde se impone el cuestionamiento de la gravedad, algo que creemos no fue ajeno a los espacios del hombre del Neandertal.
Proyecto de resolución absolutamente programática siempre imperó por nuestra el no confundir la forma con el contenido pero si con el continente, un museo de restos arqueológicos de gran importancia en un valle fluvial de grandes vistas panorámicas.
Pablo Gallego picard enero de 2011
1er premio CONCURSO DE PROYECTOS PARA CENTRO DEL NEANDERTAL EN PILOÑA, ---autor:
Pablo Gallego Picard, arquitecto
-colaboradores:
Rafael Docampo Mouriño –arquitecto
Carmen Fabregat Nodar. –arquitecto
Monica Balado –arquitecto técnico
Verónica Martín Egüen –colaborador externo en Asturias
Se nos habla de karst, sedimentaciones y estratos, de lugares de gran atractivo espacial como cuevas, grietas y bosques frondosos; espacios ocultos, oscuros, de topografía compleja, donde la gravedad y la luz se cuestionan. Se nos da, sin embargo, un lugar amplio y generoso, en el suave Valle de Piloña con vistas de gran amplitud hacia la cordillera del Sueve, el pico Ordiyón y las inmediaciones de la misma cueva del Sidrón al Noroeste.
Se nos pide un edificio claro y rotundo pero a la vez un contendor de múltiples funciones; un edificio accesible pero con diferentes niveles de privacidad; un complejo de usos flexibles pero de comportamiento ambiental eficiente; un espacio expositivo permanente, claramente predefinido en sus recorridos, pero modificable en sus planteamientos. Se nos da, en fin, una parcela edificable poligonal con una forma triangular característica.
Asumimos las ambivalencias propuestas para, aprovechando la característica forma de la parcela y las exigencias programáticas, crear el espacio expositivo mas eficiente posible: un contenedor rectangular de16m de ancho x 63m de largo y 10m de alto situado en la dirección del valle, Este-Oeste. Levantamos la caja expositiva del suelo, 5 metros, por seguridad y control ambiental –rio próximo- a la vez que expresamos claramente su carácter de contenedor -cofre de un museo con colección-. Debajo surge un espacio de recogimiento hacia las vistas del Norte entre la Cafetería, Tienda y el Acceso Principal a la colección permanente ofreciendo la flexibilidad requerida en la sala de exposicion permanentes asi como la variabilidad espacial requerida en el resto de funciones mas públicas.
Con la voluntad de situarnos en el lugar, el área de acogida en planta baja, se organiza en la dirección del valle, Este-Oeste, esto nos permite que funcione como una calle interior, vertebradota de todas las circulaciones públicas del centro, clara continuación del eje visual del valle.
Los dos triángulos sobrantes de la parcela, albergarán el resto de las funciones del Centro, por un lado los Talleres y la Administración y por el otro al Sur, la Sala de Exposiciones Temporales, el Salón de Actos y los Talleres. Estos se amplían o retraen con una tabiquería móvil según sus necesidades, ofreciendo el resto de su espacio al Área de Acogida.
Ante referencias lumínicas tan sugerentes como los espacios de entre luz de las cuevas y grietas kársticas y pensando en estos entornos como los lugares que siempre han acompañado al hombres de Neandertal en esta región, las cubiertas triangulares redundan en la idea, al elevarse desde sus vértices para cubrir la base del cofre expositivo, grietas de luz que invitan a entrar al visitante y que nos acompañan desde el interior en los espacios de máxima convivencia y de noche desde el exterior mostrando la propia actividad del centro. Inestabilidad lumínica donde se impone el cuestionamiento de la gravedad, algo que creemos no fue ajeno a los espacios del hombre del Neandertal.
Proyecto de resolución absolutamente programática siempre imperó por nuestra el no confundir la forma con el contenido pero si con el continente, un museo de restos arqueológicos de gran importancia en un valle fluvial de grandes vistas panorámicas.
Pablo Gallego picard enero de 2011
1er premio CONCURSO DE PROYECTOS PARA CENTRO DEL NEANDERTAL EN PILOÑA, ---autor:
Pablo Gallego Picard, arquitecto
-colaboradores:
Rafael Docampo Mouriño –arquitecto
Carmen Fabregat Nodar. –arquitecto
Monica Balado –arquitecto técnico
Verónica Martín Egüen –colaborador externo en Asturias
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